Primero dices que "Jesus anulo diente por diente", y luego recuerdas que Jesús dijo:
“No piensen que vine a destruir la Ley o los Profetas".
Lo que dices es una contradicción si no comprendes que Jesus anuló el ojo por ojo y diente por diente porque no era la ley y los profetas, sino mandato de hombres, pues Jesús no vino a abrogar la ley de Dios.