El sacrificio de Jesús es el medio que Jehová emplea para liberar,
o salvar, a la humanidad del pecado y la muerte.

La Biblia dice que la sangre de Jesús
fue el precio que se pagó como rescate
(Efesios 1:7; 1 Pedro 1:​18, 19).

Por eso, Jesús dijo que vino
“a dar su vida como rescate por muchos”
(Mateo 20:28, Biblia de Jerusalén, 1998).