MUCHACHOS,..
No es raro que en las Escrituras se personifique
algo que en realidad no es una persona.


En el libro de Proverbios se personifica a la sabiduría,
y en el hebreo original, así como en las traducciones españolas,
se le da el género femenino.

La sabiduría también está personificada en
Mateo 11:19 y Lucas 7:35
y se dice que tiene “obras” e “hijos”.

Cuando el apóstol Pablo habla del pecado,
la muerte y la bondad inmerecida,
los personifica como “reyes”. (Ro 5:14, 17,*21; 6:12.)

Dijo que el pecado ‘recibía incentivo’,
‘obraba codicia’,
‘seducía’ y ‘mataba’. (Ro 7:8-11.)

Sin embargo,
es obvio que Pablo
no quería decir que el pecado fuese en realidad una persona.