La igualdad de Jesús y el Padre.

[Estocada]

La historia nórdica de la creación dice que el mundo se creó a partir del cuerpo de un gigante llamado "Bor", que fue el padre de Odin, el dios nórdico de la vida.

La historia de la creación de Cherokee dice que en un esfuerzo por descubrir qué había debajo del agua que cubría la tierra, los animales del cielo abovedado sobre la tierra enviaron al escarabajo de agua debajo del agua para ver qué había allí. Devolvió el lodo que creció a la tierra y la tierra se llenó de animales.

La historia china de la creación dice que una nube de materia con forma de huevo fue explotada por un gigante que luego se convirtió en toda la materia en el universo.

En todas estas historias, hay un denominador común proveniente de múltiples dioses. Es decir, mientras lee estas historias, así como otras historias paganas de explicación del mundo en que vivimos, siempre hay referencias a múltiples dioses. Hay un dios del sol, la luna, las estrellas o diosas de la fertilidad, la vida, el alcohol, etc. Revolucionario en este torbellino de dioses y diosas es la afirmación de la Biblia de que solo hay un Dios que, solo Él, creó los cielos, la tierra, la vida y todas las cosas. Los capítulos 1 y 2 de Génesis enseñan el resumen de ese evento de creación. Muchos otros pasajes mantienen la creación de todo en Dios singular (ver especialmente el Salmo 104 y Job 38-40).

Explicando la trinidad

Sin embargo, lo que sorprende a la mente es que este único Dios no es simplemente un solo Dios. Es decir, este Dios no es solo una Persona que existe sola para siempre. ¡La Biblia dice que este Dios no es uno en uno, sino tres en uno! Aquí es donde la matemática se rompe.

Dios no es simplemente una persona que existe sola para siempre y decide hacer un cosmos algún día. Más bien, la Biblia dice que Dios es un Dios que consta de tres Personas. La Biblia dice que Dios es Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.

La Biblia enseña que cada uno tiene una voluntad individual independiente el uno del otro (ver 1 Corintios 12:11; cp. Mateo 26:39) y, sin embargo, sumiso al Padre (1 Corintios 11: 3). Sabemos esto. Se nos ha enseñado esto como cristianos. Pero, en el momento del ministerio de Jesús, esta verdad, aunque estaba incrustada en las Escrituras, era inflamatoria, agravante y la causa del odio de los judíos. Y, de todas las declaraciones que Jesús hizo acerca de su deidad (y Él hizo varias de ellas), Juan 10:30 fue el reclamo más escandaloso de todos.

Mirando a Moisés

Moisés fue el libertador de Israel de Egipto. Su trabajo consistía en alejar a la gente del mundo pagano que conocían y llevarlos a adorar a Dios en la montaña en Arabia como su primera parada, y luego a la tierra prometida a sus padres (Éxodo 3:12, 17-18). Después de aproximadamente 40 años de espera, llegó el momento de entrar. Antes de entrar, Moisés ensaya la ley que él les dio al salir de Egipto inicialmente y esa extensa colección de sermones se registra en el libro de Deuteronomio.

Este libro toma la Ley que Moisés les habló hace una generación y la expone para su aprendizaje. Sin embargo, en la base de esta exposición hay una afirmación simple casi tan profunda como las palabras de Jesús en Juan 10:30: “ Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.”(Deuteronomio 6:4).

En el mundo entrarían con dioses y diosas de muchos paganos, los israelitas deben darse cuenta de que la historia de la creación de su Biblia dice que solo un Dios hizo los cielos y la tierra, y que Dios es un Dios singular. Aunque hay indicaciones claras en el AT de las tres Personas de la divinidad (Génesis 1: 1-2 es una buena ilustración de esto), no es hasta el NT y el ministerio de Jesucristo, el Hijo de Dios, que esto se aclara Y esta claridad se expresa con tremenda gravedad en Juan 10:30.

Cargas de verdad en una afirmación

Note lo que Jesús dijo; "Yo y el Padre somos uno".

¿Le suena familiar? Jesús no está simplemente declarando que Él es Dios, aunque eso es cierto.

La razón por la que los judíos querían apedrearlo en el lugar y la razón por la que los judíos estaban tan ofendidos es simple: Jesús dijo que Él es tanto el "Dios único" de Deuteronomio 6:4 como Jehová es el "Dios único" De Deuteronomio 6:4. El verbo que Jesús usa en Juan 10:30 indica que la misma condición de una es verdadera de la otra. En otras palabras, “Yo soy uno, y el Padre es uno”. ¡Jesús afirma ser el Dios de Deuteronomio 6:4! ¡No es de extrañar que los judíos estuvieran tan indignados con Él!

¿Cómo sabemos que esto es verdad?

Mire su razonamiento para recoger piedras para apedrearlo en el v. 33: "Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios. "El griego aquí literalmente dice:" ... con respecto a una buena obra, no te apedreamos, sino con respecto a la blasfemia, incluso que tú, como hombre, te hagas Dios ".

Vean, entendieron que el elemento fundamental en la teología de los judíos es la naturaleza singular de Dios y que el lecho de la verdad se encuentra en Deuteronomio 6:4 y se apoya en los próximos mil años de escritura canónica del AT; Un solo Dios. Jesús ahora dice ser ese mismo Dios. Los judíos entendieron eso. Esa impensable afirmación (si no fuera cierta), de que un Hombre sería el Dios del AT, es la blasfemia de todas las blasfemias y es la razón por la que comenzaron a buscar piedras en el suelo para arrojarle (Juan 10:31 ).

Una vez más, estos judíos entendieron muy claramente lo que Jesús estaba diciendo. Afirmaba unidad y perfección con el Dios de Deuteronomio 6:4. Si no fuera cierto, Jesucristo sería el hombre más demente que haya caminado por este planeta (ver Juan 10:20).