La prosperidad después de la Segunda Guerra Mundial y nacionalización (1945-1955)

Una vez concluida la Segunda Guerra Mundial, y ya con Juan Domingo Perón en el poder, la Argentina se encontraba en una sólida posición económica. En 1952 el Gobierno peronista decidió saldar completamente la deuda externa. De esta manera, el país deudor de m$n 12 500 millones se convertía en acreedor por más de m$n 5000 millones. Con las divisas acumuladas durante la guerra se decide llevar a cabo la nacionalización de varios sectores considerados clave para el desarrollo del país: el Banco Central, los ferrocarriles, los puertos, etc. En un esfuerzo por limitar la dependencia del país del mercado internacional, medidas inducidas por el Gobierno como la nacionalización de la industria doméstica fue apuntada para alentar un desarrollo interno autónomo, a la vez que se ampliaba el mercado interno a través de políticas clásicas del Estado de Bienestar.59​

Entre 1946 y 1948 se dio un fuerte impulso a la construcción de nuevos ramales y a la ampliación de la red ferroviaria, que llegó a contar en 1954 con más de 120 000 kilómetros.60​ la fundación de grandes empresas estatales como los Altos Hornos Zapla). Durante esta etapa se avanzó en el sector metalúrgico, como RyCSA (Rosatti y Cristofaro, que producía cosechadoras, acero, automóviles, entre otros), Siam Di Tella, que producía heladeras, sino además ventiladores, planchas, lavarropas y hasta máquinas de amasar y surtidores para YPF.

Durante el período peronista se dio un boom en el consumo: las ventas de cocinas aumentaron 106 %, la venta de heladeras 218 %, el calzado 133 %, los discos fonográficos 200 % y la venta de radios 600 %, alentados por los programas redistributivos del Gobierno y el crédito barato. Los préstamos al sector privado se triplicaron y las tasas de interés no superaban el 5 % anual, los préstamos a la agricultura se duplicaron y los préstamos a la industria se sextuplicaron.61​

El aumento de inversiones públicas y extranjeras revitalizaron la economía, que creció en más de un cuarto en el período 1946-1948. Estos programas, entre otras cosas, ayudaron a erradicar las enfermedades tropicales en el norte y el problema recurrente con las langostas. Entre 1945 y 1948 la economía creció a un récord del 8.5 % anual, mientras que el salario real se acrecentó un 46 %.62​

Durante este período la Argentina creció a tasas mayores del 5 % anual. A través del Primer Plan Quinquenal se llevaron a cabo un conjunto de importantes obras públicas, destinadas a modernizar la infraestructura del país, necesaria para el proceso de industrialización acelerado. Se construyeron centrales hidroeléctricas como el Dique Escaba (en la provincia de Tucumán), el Nihuil (en la provincia de Mendoza), Los Quiroga (en la provincia de Santiago del Estero) y seis diques con usinas en Córdoba, seis en Catamarca, cuatro en Río Negro y tres en Mendoza, la potencia instalada en centrales pasó de producir 45 000 kilovatios en 1943, a producir 350 000 kilovatios en 1952. También se construyó entre 1947 y 1949 una importante red de gasoductos que unió la ciudad patagónica de Comodoro Rivadavia con Buenos Aires. Con este gasoducto la distribución de gas aumentó de 0.3 millones de metros cúbicos diarios a 15 millones de metros cúbicos diarios, abaratando los costos en un tercio.63​

Se dio un fuerte impulso a la construcción de nuevos ramales y a la ampliación de la red ferroviaria, que llegó a contar en 1954 con más de 120 000 kilómetros.64​ El sector agropecuario se modernizó: a partir del desarrollo de la industria siderúrgica y petroquímica, se impulsó la tecnificación y la provisión de fertilizantes, plaguicidas y maquinarias, de forma que se hizo incrementar la producción y productividad agropecuaria.65​

La industria argentina se vio beneficiada por la imposibilidad de los países europeos de poder proveer sus productos al mercado mundial. Se exportaron manufacturas industriales en volúmenes considerables, principalmente a Latinoamérica y el Caribe. Algunas de las políticas que se tomaron en ese momento fueron los redescuentos, el Comité de Exportaciones y estímulo Industrial y Comercial, las Leyes de Promoción Industrial, la creación de la flota mercante del Estado, los créditos del Banco Industrial (1944) y la nacionalización del Banco Central (1946). Siguiendo teorías keynesianas, Perón quería instalar el Estado de bienestar, aumentando la seguridad social y mejorando la distribución del ingreso, aumentando el gasto y realizando inversiones simultáneas en diferentes sectores, como defensa, salud, educación y vivienda. La producción creció, el aumento en las exportaciones se volcó sobre la expansión del consumo.66​

La metalúrgica y la de maquinarias eléctricas y no eléctricas, orientadas a ser industrias de base para el país. Las inversiones se orientaron hacia el aprovechamiento de las posibilidades que ofrecía un amplio mercado interno. Argentina llegó a tener durante este período la industria más fuerte, moderna y competitiva de América Latina.67​ Además de fundarse algunas poderosas empresas argentinas, como la Siam Di Tella Automotores.68​ Las ramas industriales privilegiadas en esta segunda etapa del proceso de sustitución de importaciones fueron la automotriz, la petrolera y petroquímica, la química.Uno de los objetivos de las políticas de industrialización por sustitución de importaciones era reducir la dependencia de los mercados externos, típica del antiguo modelo agroexportador. Con el fin de promover la industrialización acelerada del país, se alentó el ingreso del capital industrial extranjero.

Período industrial desarrollista (1955-1976)

En 1955, cuando la dictadura de Aramburu ―autodenominada Revolución
«libertadora»― derrocó a Perón, Argentina era un país acreedor y el Banco Central tenía 371 millones de dólares en reservas. En 1956, Aramburu tomó deuda externa por 700 millones de dólares, que no pudo pagar, dejando al país al borde del default.69​70​ Al finalizar la dictadura, Argentina se encontraba en default, y la deuda externa era de 1800 millones de dólares. El déficit fiscal que en 1957 era de 27 000 millones de pesos, en 1958 se elevó a 38 000 millones.

https://es.wikipedia.org/wiki/Econom...B3n_(1945-1955)
La historia del peronismo pagando la deuda externa, y los golpes militares tomando nueva deuda impagable se repitió como mínimo 2 veces más (con la última dictadura militar, y con el Gobierno de Macri, que rompe todos los récords en cuanto al monto solicitado al FMI)... pero esto ya es harina de otro costal y seguramente materia de debate político ideológico. Lo que sí se debe tener muy en cuenta (e ignoro si el Dr. Armando de la Torre lo considera), es que las deudas externas en Argentina han sido herramientas de empobrecimiento muy notables, al igual que la pauperización de los salarios.

Saludos!