En el Salmo 8:5 el término ʼelo·hím se usa también con referencia a los ángeles, un uso que Pablo refrenda en Hebreos 2:6-8 al citar ese mismo pasaje. En Génesis 6:2, 4 y Job 1:6; 2:1, se les llama benéh ha·ʼElo·hím, “hijos de Dios” (Val), o “hijos del Dios verdadero” (NM). Por otra parte, el Lexicon in Veteris Testamenti Libros, de Koehler y Baumgartner (1958), en la página 134 los define como “seres divinos (individuales), dioses”, y en la página 51 se refiere a “los dioses (individuales)”, después de lo cual cita Génesis 6:2; Job 1:6; 2:1; 38:7. En consecuencia, en el Salmo 8:5 ʼelo·hím se traduce “ángeles” (LXX), y también “los que tienen parecido a Dios” (NM).
El término ʼelo·hím se usa también para referirse a los ídolos. A veces este plural significa sencillamente “dioses”. (Éx 12:12; 20:23.) En otras ocasiones es un plural mayestático que hace referencia a un solo dios o diosa. Sin embargo, es evidente que las deidades así aludidas no eran tríadas. (1Sa 5:7b [Dagón]; 1Re 11:5 [la “diosa” Astoret]; Da 1:2b [Marduk].)
En el Salmo 82:1, 6 —Salmo que Jesús citó en Juan 10:34, 35— se usa ʼelo·hím para referirse a criaturas humanas, los jueces de Israel, a quienes se podía llamar dioses por el puesto que ocupaban como representantes y voceros de Jehová. De modo parecido, a Moisés se le dijo que sirviese de “Dios” a su hermano Aarón y ante Faraón. (Éx 4:16, nota; 7:1.)
Hay un buen número de casos en la Biblia en los que ʼElo·hím aparece antecedido del artículo definido ha. (Gé 5:22.) F. Zorell dice respecto a esta construcción: “En las Santas Escrituras, esta expresión designa principalmente al único Dios verdadero, Jahvé; [...] ‘Jahvé es el [único] Dios [verdadero]’, Dt 4:35; 4:39; Jos 22:34; 2Sa 7:28; 1Re 8:60, etc.”. (Lexicon Hebraicum Veteris Testamenti, Roma, 1984, pág. 54.) (Los corchetes son del autor.)