Que distinto lo que dijo Jesus
y lo que hacen las religiones hoy dia
Humm_
Sea cual sea nuestra posición en la vida, es aconsejable usar la razón. Es lo que nos hace diferente al burro de la noria.
Cuando leía el evangelio, me sonaba muy extraños aquellos pasajes en que Jesús hablaba mal de los ricos.
Cuando consultaba escritos de estudiosos de la Biblia, les ocurría lo mismo. Daban un montón de vueltas al asunto; para terminar diciendo que era algo alegórico.
Nunca encontré explicación razonable.
Terminé preguntándome ¿Y si Jesús no dijo eso?
Hace tiempo, leí un libro que se titulaba: “Jesús no dijo eso”.
El autor era un investigador de los textos bíblicos. Por él me enteré que el comienzo del cristianismo fue un poco especial.
Jesús había muerto y no había dejado nada escrito. Sus discípulos, nada de nada. Alrededor del año cien aparecieron, cuatro evangelios. Pero eso no era nada. La mayoría de los nuevos cristianos ni habían conocido a Jesús ni conocían sus enseñanzas.
Surgieron varias tendencias; y era necesario hacer copia de los evangelios que existían. Casi todos los creyentes eran analfabetos, y se tuvo que recurrir a los copistas (tampoco había muchos y no eran unas lumbreras).
El copistas, bien porque tuviera las ideas de una tendencia, o porque el que le contratara le insinuara algo, no hacía escrúpulos en quitar o añadir versículos.
Esto lo saben los estudiosos porque pergaminos del siglo IV (por ejemplo), le sobran o le faltan versículos con respecto a un pergamino escrito uno o dos siglos antes. Lo que quiere decir que ha habido una manipulación.
Después de leer este libro, un día tuve una idea ¿Y si el asunto de los ricos no pertenece a lo dicho por Jesús?
Pero tampoco podemos acomodar el evangelio a nuestro gusto. Hay que profundizar más.
Vale. Comencemos.
Lo del rico y el camello y la aguja, figuran en los tres sinópticos; pero ellos parten de una sola fuente. Es como un evangelio.
La expresión: “Pero, !ay de vosotros, ricos!, porque ya tenéis vuestro consuelo”, resulta más lapidaria.
Eso solamente figura en el evangelio de Lucas (Lucas 6:24-26).
Primero habla de las bienaventuranzas (Lucas 6:20-23), y a continuación aparecen esos tres versículos.
En el evangelio de Mateo, también se narran las bienaventuranzas
(Mateo 5:3-12), y seguidamente continua con un relato parecido al de Lucas, sin decir nada de los ricos.
Se ve claramente que un copista lo ha añadido por su cuenta.
En el de Marcos, no figura nada.
Una cosa es cierta; Jesús trataba con los ricos; algunas veces comía con ellos; y tenía amigos ricos:
Zaqueo, recaudador de impuestos.
Simón, el publicano.
Nicodemo, doctor de la ley.
José de Arimatea, miembro del Sanedrín.
Lázaro, Marta y María, hermanos que eran ricos.
Y posiblemente alguno más.
Además, según Lucas, a Jesús le acompañaban algunas mujeres que le ayudaban con sus bienes.
Nadie, en su sano juicio, habla mal de aquellas personas con las que tiene trato y amistad.
Resumiendo: Está fuera de toda lógica que Jesús hablara mal de los ricos, cuando tenía trato y amistad con ellos.
La Verdad nos hará libres.
Jesús advirtió en contra del poder
Del dinero, puede ser un sentido
De seguridad falso
Y buscando como hacerse ricos
Muchos se han buscado
Muchos problemas
El amor al dinero
Es la raíz de lo malo
El dinero es bueno
Nos hace la vids más cómoda
Y podemos ayudar a los demás
Dentro de los ricos hay quienes nacieron pobres, pero trabajando y arriesgando, consiguieron hacer un capital y situarse bien en la vida. Sin robar nada a nadie, él y su familia vivían muy bien. Eran ricos. Es bueno y lícito aspirar a más en la vida.
Dentro de los pobres hay quienes nacieron ricos, pero por ser vagos, y no tener más que vicios, consiguieron dilapidar la fortuna heredada, y se quedaron con una mano delante y otra detrás.
No son pocos los que hay de uno y otro grupo. El pretender que los que se sacrificaron para situarse en la vida, repartan lo conseguido con mucho esfuerzo con los que “se esforzaron en extremo” para dilapidar su hacienda, suena un poco a chiste. Ciertamente, no sería justo.
Una cosa es predicar y otra es dar trigo.
La Verdad nos hará libres.
Hace años los chinos exterminaron a los gorriones, porque se comían parte de las cosechas. Poco tiempo después aparecieron plagas de langostas que las arrasaban. Los chinos comprendieron que habían cometido un gran error.
Siempre que se pretenda hacer algún cambio, conviene que se analice muy concienzudamente las consecuencias.
Jesús dice que los ricos deben vender lo que tienen y dárselo a los pobres. Bien podía haberlo hecho él, cuando creó.
No sé cómo esto se podría hacer.
Supongamos que un rico tiene una gran hacienda y quiere venderla. Lógicamente, el comprador tendría que ser otro rico, porque un pobre no se la podría comprar. Al final, habría una serie de ricos que no podrían vender sus haciendas, porque ya no habría ricos que quisieran comprarlas (no quiero imaginar que todas las haciendas pasaran a manos de un súper-rico... sería el amo del mundo).
Resumiendo; para que un rico venda su hacienda tiene que haber otro rico.
De lo que se deduce que siempre habrá ricos.
La Verdad nos hará libres.