Voces del pasado

[Eli_yahu]

Otra vez, para que lo comprendas bien:

Pues sí, malinterpretas mis comentarios. Decir que el espíritu santo influye sobre alguna persona no quiere decir que esa persona sea "inspirada". Si ese fuera el caso alguien podría pensar que Sansón era inspirado, porque el espíritu santo actuó sobre él:


Jue.13:24 Más tarde, la mujer tuvo un hijo y lo llamó Sansón. A medida que el niño iba creciendo, Jehová lo bendecía. 25 Con el tiempo, el espíritu de Jehová empezó a impulsarlo a actuar en Mahané-Dan, entre Zorá y Estaol.
... 14:5 Así que Sansón bajó a Timná con sus padres. Cuando llegó a las viñas de Timná, resulta que un león vino rugiendo hacia él. 6 En ese momento, el espíritu de Jehová llenó de poder a Sansón, y él partió en dos el león usando solo las manos; lo partió en dos como se parte un cabrito. Pero no les contó lo que había hecho ni a su padre ni a su madre.



Lo que pasa es que a los mormones les hacen creer que el espíritu de Dios tiene que demostrarse con obras poderosas de tipo milagroso. Pero ignoran todas las formas en que el espíritu de Dios puede actuar sobre alguna persona a la que Dios se lo otorgue. La obra del espíritu santo se reconoce hoy en varios aspectos fundamentales:


1) puede ayudar a las personas a cambiar su personalidad (Gál.5:22,23)
2) puede ayudar a las personas a comprender mejor las Escrituras inspiradas (Juan 14:26)
3) impulsa a los siervos de Dios a predicar, enseñando las verdades que ese espíritu santo inspiró a que fueran escritas (Hech.1:8).


En todos los tres aspectos el pueblo de los testigos de Jehová muestra que el espíritu santo actúa ahí.

Ahora preocúpate de la "inspiración" mormona.

[Mormonologo]

Otra vez, para que lo comprendas bien:
Ahora preocúpate de la "inspiración" mormona.

Bueno como no respondes tu..

http://www.elforo.com/showthread.php...post1695147855

[ΛLΞXΛΠDΞЯ]

En ese caso tu religión judaica moderna tampoco, pues de la Tora Uds no aplican absolutamente nada. Para que tu religión fuera verdaderamente válida tendrían que aplicarla ... cosa que obviamente no hacen.
Saludos.

Según tu......y en cuanto a tu religión, los mismos cristianos la repudian, por ser una secta considerada hereje

[tomas0402]

La historia del joven rico (la verdadera).

“Y al oír el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas
posesiones.” (Mateo 19:22).

De los pergaminos encontrados en Qumrán, había uno que hasta hace poco no se ha sabido su contenido. Este es el relato:

“El joven, después de marcharse, continuó haciendo su vida.

Cuando murió Jesús, y a la vista de los acontecimientos tan asombrosos que sucedieron, se acordó de sus palabras; y decidió seguir su consejo.
Vendió cuanto tenía y se lo dio a tres hermanos extremadamente pobres que vivían en Nazaret. Los llamaban los hermanos Zelotas.

El mayor de los hermanos, viéndose con tanto dinero, empezó a frecuentar burdeles, y a comer y beber hasta la embriaguez.

El segundo hermano compró una gran huerta y tres esclavos para cultivarla. Era de carácter iracundo, por lo que diariamente azotaba con un látigo a sus tres esclavos.

El más joven se hizo prestamista. Era extremadamente usurero, pues daba préstamo a un interés abusivo. Muchas personas perdieron sus casas al no poder pagar a su debido tiempo; pues no tenía compasión de nadie.

El joven rico iba vestido de harapos y comía de la mendicidad.
Pasaron los años y murieron los tres hermanos.
Presentados ante Pedro, a las puertas del cielo, éste no dudó en enviarlos al infierno.

Un año después murió el joven rico. Como todo el mundo que muere, se presentó a las puertas del cielo, a presentarse a san Pedro.

Pedro le preguntó -¿Qué has hecho de bueno en la vida?-
- ¡Pedro! ¿No me reconoces? Soy el joven rico. Vendí todos mis bienes y se lo dí a tres hermanos que eran muy pobres -.
- Sí. Me acuerdo de ti. ¿Así que seguiste lo que te dijo el Maestro? ¿Cómo dices que se llamaban los tres hermanos?-
- Los hermanos Zelotas –
- ¡No me digas; pues lo tienes crudo! Hace un año los envié al infierno. En realidad, tú tienes la culpa de que esos hermanos se hayan condenado. Ya sabes lo que dijo el Maestro sobre… -

Se oyó una potente voz (era Jesús) que decía: -¡Pedro, déjale entrar!-
Y luego la misma voz, susurrando: - Esta gente se lo toma todo al pié de la letra ¡Qué cuidado hay que tener con ellos!-

Hace tiempo en China exterminaron a los gorriones porque se comían parte de las cosechas.
Poco tiempo después, aparecieron nubes de langosta que las arrasaban.
Los chinos comprendieron que habían exterminado aquello que controlaba a las langostas.

[tomas0402]

Relato de Juan:

“Y hay en Jerusalén, junto a la puerta de las ovejas, un estanque que en hebreo es llamado Betesda, el cual tiene cinco pórticos. 3 En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos que esperaban el movimiento del agua. 4 Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese”. (Juan 5:2-4).

No pongo en duda las propiedades milagrosas del estanque.

Pienso:

Dios repartiendo curaciones con cuentagotas, tras una competición de unos pobres desgraciados.

Esos pobres desgraciados añadían a sus males uno más: la angustia de tener cerca la sanación, pero en competición con otros muchos enfermos.

Creo que eso se llama… crueldad.

Visto esto, la curación relatada poco después carece de importancia.

Ya que pasó por allí, podría Jesús haber sanado a todos los restantes enfermos que estaban allí esperando. Demostró muy poca compasión.

[doonga]

Relato de Juan:

“Y hay en Jerusalén, junto a la puerta de las ovejas, un estanque que en hebreo es llamado Betesda, el cual tiene cinco pórticos. 3 En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos que esperaban el movimiento del agua. 4 Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese”. (Juan 5:2-4).

No pongo en duda las propiedades milagrosas del estanque.

Pienso:

Dios repartiendo curaciones con cuentagotas, tras una competición de unos pobres desgraciados.

Esos pobres desgraciados añadían a sus males uno más: la angustia de tener cerca la sanación, pero en competición con otros muchos enfermos.

Creo que eso se llama… crueldad.

Visto esto, la curación relatada poco después carece de importancia.

Ya que pasó por allí, podría Jesús haber sanado a todos los restantes enfermos que estaban allí esperando. Demostró muy poca compasión.

Tu sabes que los caminos del señor son inescrutables.
Imagina que Jesús hubiese terminado con la pobreza y con la enfermedad.

Ahí se habrían acabado los argumentos, y las religiones no hubiesen podido surgir.

Recuerda que para las religiones los pobres son necesarios. No iba Dios a privar a sus seguidores de la materia prima indispensable: la inequidad.

[tomas0402]

Si miramos a nuestro entorno, y observamos el proceder de las gentes, podríamos decir que las personas que profesan una religión no tienen demasiada fe en ella. Tienen una fe muy tenue.

Me refiero a las religiones que prometen un paraíso después de la muerte.

He asistido a muchos funerales, y he visto llantos y lágrimas en todos ellos. Incluso en el momento de enterrar al muerto, he visto a familiares coger un puñado de tierra, besarlo y echarlo a la tumba, como si la tumba fuera su lugar de descanso para la eternidad.
Me estoy refiriendo a personas cristianas.

Imaginemos por un momento que la ciencia descubre un producto que prolonga la vida veinte años, y que esa prolongación es una vida de calidad.

Los gobiernos reparten gratuitamente este producto, para que sea utilizado por aquellos que lo deseen.
Pienso que la mayoría de las personas tomarían este producto, pues están en su derecho.

Hasta aquí todo parece normal, pero no lo es tanto si lo miramos desde el punto de vista de la religión.

Un cristiano habría hecho un mal negocio, pues habría cambiado veinte años de placeres celestiales por veinte años de vida terrenal (al fin y al cabo, bastante peor).
Pero claro, vale más pájaro en mano que ciento volando.

Lo de la poca fe está corroborado por Jesús, cuando les dijo a sus discípulos que su fe ni siquiera tenía el tamaño de un grano de mostaza.

[doonga]

Si miramos a nuestro entorno, y observamos el proceder de las gentes, podríamos decir que las personas que profesan una religión no tienen demasiada fe en ella. Tienen una fe muy tenue.

Me refiero a las religiones que prometen un paraíso después de la muerte.

He asistido a muchos funerales, y he visto llantos y lágrimas en todos ellos. Incluso en el momento de enterrar al muerto, he visto a familiares coger un puñado de tierra, besarlo y echarlo a la tumba, como si la tumba fuera su lugar de descanso para la eternidad.
Me estoy refiriendo a personas cristianas.

Imaginemos por un momento que la ciencia descubre un producto que prolonga la vida veinte años, y que esa prolongación es una vida de calidad.

Los gobiernos reparten gratuitamente este producto, para que sea utilizado por aquellos que lo deseen.
Pienso que la mayoría de las personas tomarían este producto, pues están en su derecho.

Hasta aquí todo parece normal, pero no lo es tanto si lo miramos desde el punto de vista de la religión.

Un cristiano habría hecho un mal negocio, pues habría cambiado veinte años de placeres celestiales por veinte años de vida terrenal (al fin y al cabo, bastante peor).
Pero claro, vale más pájaro en mano que ciento volando.

Lo de la poca fe está corroborado por Jesús, cuando les dijo a sus discípulos que su fe ni siquiera tenía el tamaño de un grano de mostaza.

Son muy pocos los creyentes que creen lo que dicen.
Los restantes buscan el acomodo.

[tomas0402]

Son muy pocos los creyentes que creen lo que dicen.
Los restantes buscan el acomodo.

En cierta ocasión, oí un comentario que me impactó: “A partir de obispo para arriba, no se cree en Dios”.
Lógicamente, esto no debiera ser cierto.

La verdad es que leyendo la historia pasada de la Iglesia, ha habido papas, cardenales y obispos que casi se puede asegurar esto de ellos; porque es imposible que hicieran las cosas que hicieron si creían en Dios.

[tomas0402]

Cuando nuestro antepasado – el monito que dejó los árboles y se fue a vivir a la pradera – constató que allí era el más débil, se dio cuenta de que corría un gran peligro. No tenía garras ni grandes colmillos; y puestos a correr, era el más torpe y lento.

Tenía que adaptarse al entorno o morir.
Su cerebro se fue desarrollando, y paulatinamente fue supliendo sus carencias. Tanto es así, que aquel monito piltrafilla de las praderas, se convirtió en el mayor depredador.

Aprendió a hacer trampas, lanzas, cuchillos, flechas, etc. e impuso la ley del más inteligente – aunque no era el más fuerte -.
Pero quedaba mucho por recorrer. Metido en su cueva, observaba los relámpagos; oía los truenos, y la lluvia y el viento le atemorizaban, ¿Quién manejaba esas cosas que le aterraban a él y a su familia? Al menos, si conociera a ese ser tan poderoso, podría hacerle regalos, para aplacarle.

Pensó que ese ser poderoso también comería, por lo que no era mala idea compartir con él su comida. Se acostumbró a ofrecer parte de su caza al gran señor, colocándola sobre unas piedras y haciendo una hoguera bajo ella. El gran señor debía estar entre las nubes, pues de ahí procedía todo lo que le aterraba. Pensó que había tenido buena idea, pues el humo y el olor de la caza achicharrada subían hasta las nubes.

Los truenos, relámpagos, lluvia, vendaval, etc. seguían apareciendo de vez en cuando, pero nuestro antepasado ahora dormía tranquilo, él y su familia, en su cueva; no había peligro: se habían hecho amigos del gran señor.

Nuestro antepasado vivió mucho tiempo en cuevas. Y siguió repartiendo su comida con el gran señor. Le protegía. Aquella amistad, con el tiempo, pasó a llamarse religión. Nunca nuestro antepasado llegó a ver al gran señor.

Luego, nuestro antepasado se multiplicó. Dejó las cuevas; fundó aldeas; luego poblados; luego ciudades; luego naciones; luego imperios. Pero siempre, la religión con él.
He comenzado mi relato en el origen de la humanidad, y sin darme cuenta, estoy en el siglo XXI.

La inteligencia nos ha dado a conocer innumerables cosas que desconocía nuestro antepasado. Ahora sabemos por qué se produce el relámpago, el trueno, la lluvia, el vendaval, etc.
y sabemos que no las produce el gran señor que creía nuestro antepasado.

Creo que es hora de hacernos una pregunta:

¿Es lógico seguir ofreciendo holocaustos al gran señor?