Jesús al resucitar surgió en un cuerpo glorioso e incorruptible. Veamos los siguientes puntos:

(1) Cristo se levantó con un cuerpo palpable, un cuerpo de carne. Sin embargo, este tipo de carne y hueso es totalmente desconocido del hombre.

"Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy. Palpad y ved, porque un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo."(Lc 24:39).

(2) Después de resucitar, Jesús no tenía la misma apariencia.

"Pero los ojos de ellos estaban velados, para que no lo reconocieran. Él les dijo: ¿Qué pláticas son éstas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes? Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días? Entonces él les preguntó: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo. Entonces les fueron abiertos los ojos y lo reconocieron; pero él desapareció de su vista. 32 Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino y cuando nos abría las Escrituras?" (Lc 24:16-19,31-32).

(3) Después de resucitar, el Señor podía entrar en ambientes con las puertas cerradas, al parecer, simplemente atravesando las paredes.

"Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, llegó Jesús y, puesto en medio, les dijo: ¡Paz a vosotros! Ocho días después estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, se puso en medio y les dijo: ¡Paz a vosotros!" (Jn 20:19,26)

(4) Después de resucitar, Cristo apareció y desapareció ante los ojos de las personas.

"Entonces les fueron abiertos los ojos y lo reconocieron; pero él desapareció de su vista. Mientras aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos y les dijo: ¡Paz a vosotros!" ((Lc 24:31,36)

(5) Después de resucitar, el Señor Jesús comió y bebió delante de las personas.

"Pero como todavía ellos, de gozo, no lo creían y estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer? Entonces le dieron un trozo de pescado asado y un panal de miel. 43 Él lo tomó y comió delante de ellos." (Lc 24:41-43).

(6) En su nuevo cuerpo Jesús fue elevado a los cielos.

"Aconteció que, mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado arriba al cielo." (Lc 24:51)

"Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y lo recibió una nube que lo ocultó de sus ojos." (Hch 1:9).

Vemos, pues, que Jesús resucitó en un cuerpo imperecedero y glorioso.