Y luego continúa:
En aquel mismo año —1881— C. T. Russell completó dos folletos grandes. Uno se intitulaba “Tabernacle Teachings” (Enseñanzas del tabernáculo). El otro —Food for Thinking Christians (Alimento para cristianos pensadores)— denunciaba ciertos errores doctrinales y explicaba el propósito divino.
Originalmente la impresión de tratados y de Zion’s Watch Tower fue hecha casi enteramente por firmas comerciales. Pero si se había de dar expansión a la distribución de literatura, y si los Estudiantes de la Biblia (como se conocía entonces a los testigos de Jehová) habían de recibir contribuciones para efectuar la obra, se necesitaría alguna forma de sociedad. Por eso, a principios de 1881 se estableció la Sociedad Zion’s Watch Tower Tract como cuerpo no incorporado con C. T. Russell como su administrador. Él y otros contribuyeron generosamente unos 35.000 dólares para poner en funcionamiento esta organización de imprenta. Durante 1884 la Sociedad que anteriormente no estaba incorporada fue incorporada como la Zion’s Watch Tower Tract Society (Sociedad de Tratados La Torre del Vigía de Sión), y Russell fue su presidente. Hoy esta corporación religiosa es conocida como la Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania (Sociedad de Biblias y Tratados la Torre del Vigía, de Pensilvania).
“El propósito con que se constituye la corporación,” dijo su escritura de constitución, “es: diseminar verdades de la Biblia en diferentes idiomas por medio de publicar tratados, folletos, papeles y otros documentos religiosos, y valiéndose de cualquier otro medio legal que su Junta Directiva, debidamente nombrada, considere conveniente para el adelanto del propósito expresado.”
El “diseminar verdades de la Biblia” dio un notable paso adelante con una serie de libros intitulados “Millennial Dawn” (La Aurora del Milenio) (más tarde llamados “Studies in the Scriptures” [Estudios de las Escrituras]). El tomo I, escrito por C. T. Russell en lenguaje fácilmente entendible, se publicó en 1886. Fue llamado primero “The Plan of the Ages” (El Plan de las Edades) y más tarde “The Divine Plan of the Ages” (El Plan Divino de las Edades) y trató temas como “La Existencia Establecida de un Supremo e Inteligente Creador,” “Venida de Nuestro Señor—Su Objeto, la Restitución de todas las Cosas,” “El Día del Juicio,” “El Reino de Dios” y “El Día de Jehová.” Durante un período de cuarenta años se distribuyeron seis millones de ejemplares de esta publicación, y éstos ayudaron a centenares de sinceros buscadores de la verdad a salir del cautiverio a la religión falsa y entrar en la libertad cristiana.
Con el transcurso del tiempo, C. T. Russell escribió otros cinco libros de la serie “Millennial Dawn.” Fueron: el tomo II, The Time Is at Hand (El tiempo ha llegado) (1889); el tomo III, Thy Kingdom Come (Venga a nos tu Reino) (1891); el tomo IV, The Battle of Armageddon (La batalla de Armagedón) (1897; originalmente llamado “The Day of Vengeance” [El día de la venganza]); el tomo V, The At-one-ment Between God and Man (La propiciación entre Dios y los hombres) (1899); el tomo VI, The New Creation (La nueva creación) (1904). Russell no sobrevivió para escribir un séptimo tomo de esta serie que se proponía producir.
¡Qué respuesta hubo a estas publicaciones cristianas! El espíritu de Dios impulsó a algunos individuos a entrar en acción. En algunos casos hubo un rápido retirarse de la religión falsa. “La verdad en él me cautivó el corazón inmediatamente,” escribió una señora en 1889, después de leer un tomo de Millennial Dawn. “Inmediatamente me aparté de la Iglesia Presbiteriana en la cual por largo tiempo había estado buscando a tientas la verdad en la oscuridad, sin encontrarla.” Un clérigo escribió en 1891: “Después de predicar en la iglesia M[etodista] E[piscopal] por tres años, mientras siempre buscaba solícitamente la verdad, ahora puedo, por la ayuda de Dios, ‘salir de ella.’”—Rev. 18:4.
En los pensamientos que otros le expresaron a la Sociedad por carta se despliega un profundo deseo de predicar las buenas nuevas. Por ejemplo, en 1891 un hombre y su esposa escribieron: “Hemos consagrado todo cuanto tenemos al Señor y a su servicio para que se use para la gloria de él; y, si es la voluntad del Señor, voy a tratar de emprender la obra de repartidor tan pronto como pueda hacer los arreglos para ello, y si el Señor acepta mi servicio y me bendice al hacer su obra, entonces dejaremos de mantener una casa y tanto mi esposa como yo participaremos en la obra de la siega.”
Muy interesante fue la correspondencia que la Sociedad recibió en 1894 de un hombre que había obtenido tomos de Millennial Dawn de dos repartidoras. Él leyó los libros, pidió más ejemplares, se suscribió a Zion’s Watch Tower, y se sintió impulsado a escribir: “Mi querida esposa y yo hemos leído estos libros con el interés más profundo, y consideramos una dádiva de Dios y una gran bendición el que hayamos tenido la oportunidad de recibirlos. En verdad son una ayuda para el estudio de la Biblia. Las grandes verdades reveladas en el estudio de esta serie sencillamente han cambiado por completo nuestros anhelos terrenales; y, dándonos cuenta, hasta cierto grado por lo menos, de la gran oportunidad de hacer algo por Cristo, es propósito nuestro valernos de esta oportunidad por medio de repartir estos libros, primero, entre nuestros parientes más cercanos y amigos, y luego entre los pobres que desean leerlos pero no tengan con qué comprarlos.” Esta carta estaba firmada por J. F. Rutherford, que se dedicó a Jehová doce años después y con el tiempo sucedió a C. T. Russell como presidente de la Sociedad Watch Tower.
PD: tuve que dividir el artículo en varias partes y no pude marcar la separación de párrafos porque no se pueden postear mensajes tan largos, pero esta parte del artículo es muy interesante y por eso la quería compartir con los lectores del foro antes de pasar al asunto por el que abrí el tema, porque es importante que conozcan algunos detalles de la vida real de Russell que los apóstatas les darán distorsionados y los confundirán, y les llevarán a conclusiones erróneas sobre la vida y enseñanza de este hombre de Dios.