Mientras la gente aspire a universales no saldrá de la cómoda: de los problemas. No es acatar al mercado, no es acatar al Estado; es hacer agenciamiento con personas para actuar en horizontal desafiando al poder con resistencia. En Uruguay, en cierta ciudad, se formó una brigada de jóvenes que ocupaban terrenos para dárselos luego a gente que precisaba casas; ahí se forman relaciones en horizontal, asambleas cada vez más grandes; en horizontal. Mientras el Estado sirve al mercado y las tierras eran para dárselas a grandes empresarios y corporaciones de afuera, estos jóvenes ponían organización entre barrios y vecinos, ésto fue hace pocos años y dejó generando colectivos autónomos que ya funcionan sin jerarquías. Adiós verticalazos. La gente organizada comenzó a ganarse sus drenajes y condiciones dignas peleando, haciendo resistencia contra la autoridad que ésta para beneficiar banqueros usureros, corporativismos, y mafias empresariales. Al ser barrios organizados no sólo ganaron en higiene sino en condiciones de vida más dignas que les permitieron luego salir adelante en áreas académicas.
Llorarle al Estado es para zurdaje y derechaje, la payasada binaria no tiene cabida donde la gente se organiza en horizontal. Donda se hace rizoma se ganan la dignidad que merecen.