Perdi tu huella, Susana. Y en ello perdi tambien de nuevo la brujula.

No se a donde encaminar los sueños, ni los supiros, ni las ilusiones. Se que no me haces falta, me he cansado de demostrarmelo; y la vida no se ha cansado de hacerte permanecer ahi, como tibia brasa que calienta y da vida a un corazon que, frio, irremisiblemente pararia.

¿Que es lo que me mantiene vivo?. ¿Tu?. ¿Yo?. ¿Un Dios?. O sera la inercia, o mi propia fuerza desconocida, o el azar, o el amor....