El amor no existe en la realidad, es solo un sueño, una ficción.

Pero basta para calentar al mudo. Sin él, es un sitio frío.

Por eso tu siempre caminas ese páramo, porque eres un condenado al desamor; y condenado al frío. Aunque siempre salgas huyendo en busca de un poco de calor, como una animal herido que busca su amparo al refugio del sitio conocido.

Lo peculiar de ti, es que te has vuelto silencioso. Ya no buscas con quien dialogar, y entregarle el desahogo de tus cuitas; silencioso y solitario. Volviéndote adicto a un mundo onírico, plagado de espectros, de ficciones, y de mas ficciones.

Adicto a ilusiones, falsas la mayoría de ellas. Pensando que una mujer irreal, como lo soy yo, te habla y te aconseja; o te define como crees que lo estoy haciendo yo ahora.

Esto es solo uno mas de tus sueños.