Bien, lo que te voy a responder te dará la sensación de que estamos hablando de dos cosas distintas, o en su defecto, enfocando el asunto de maneras muy diferentes (lo digo por lo que leí de tus otras dos respuestas)... y es que yo sí voy a argumentar diciendo que la violencia de género se da en el marco de una condición de desigualdad, de lo contrario no se puede dar (por eso se habla de empoderamiento de la víctima).
Estamos claros que los diversos casos de violencia enmarcados como violencia de genero tienen connotaciones abusivas, así se trate de abuso sexual o de violencia física, psicológica o económica. El binomio dominio/subordinación está presente en la dinámica intrafamiliar o laboral o social (en la vía pública).
Pues resta que hagas un análisis sensato (para vos mismo) en relación a las asimetrías reales existentes en cada uno de esos ámbitos, y en qué grupo encontrás mayor situación de vulnerabilidad (no te olvides de incluir a los niños dentro de la problemática, que esto de la violencia de genero no es un problema de parejas), luego observar si los resultados de ese análisis coinciden con las estadísticas, y finalmente reflexionar acerca de si no merece un trato penal distintivo (la figura existe por eso, por tratarse de una problemática extendida, no de casos aislados).
También te invito a volver a leer ese post mío que respondiste, porque allí enumeré las cosas que NO implica la figura de violencia de genero, como por ejemplo, que no exista violencia dentro de la pareja y que en la mayoría de los casos sea bidireccional. La violencia de genero no niega eso (como no niega todo lo que ya enumeré y no conviene repetirme).
Por el contrario, la desigualdad que el feminismo y muchos otros movimientos sociales (en general todos de izquierda) denuncian como forma estructural del sistema, hace que el hombre sea víctima del machismo en innumerables situaciones donde se establecen condiciones de dominio y subordinación (casualmente muchos hombres que salen a defender al género masculino, en un planteo sexista de lo más infantil, luego idolatran a Trump, un cacique que se siente con derecho a subordinar al 90% de los hombres y mujeres del mundo, a los intereses de EEUU, y ni siquiera de todos los habitantes de EEUU, ya que para los negros y latinos el comandante también tiene un sistema aceitado de dominio y subordinación).
En resumen; hablar de bidireccionalidad no hace más que desconocer que el machismo tiene algo que ver con todo esto, y nos somete a una lógica de pensamiento sexista maniqueo (en efecto machismo y feminismo no son dos caras de la misma moneda, tener que explicar eso es empezar muy de cero), cuando en verdad el dominio sobre otros hombres, en un mundo dominado por hombres (hablo de los espacios de poder y de los roles instituidos), no se estaría dando desde las mujeres (y mucho menos desde los niños) hacia los hombres.
Hay quienes acuden a la biología para fundamentar estos modelos de relación humana. Pero ya está comprobado que cuanto más nos alejamos de la biología (los instintos, las emociones), y más desarrollamos la capacidad de razonar (la igualdad tiene muchos argumentos razonables), nos vamos alejando de la cultura machista, y los casos de violencia de genero disminuyen drásticamente (hay que ver la diferencia entre países desarrollados y países no desarrollados). Por ende la buena noticia (para hombres y mujeres que gusten de la igualdad) es que el machismo se puede erradicar de a poco, y que cada uno puede hacer su aporte sin necesidad de ser feminista (hombre o mujer).
Aquí me meto por la ventana, nomás para decir que, nuevamente, no creo que nada de eso le quite peso al feminismo, es decir; si por esas tres cosas, alguien puede quitarle mérito a todo lo que el feminismo ha hecho y sigue haciendo para construir un mundo más justo e igualitario (algo que favorece tanto a mujeres como a hombres), entonces el problema no lo tiene el feminismo, sino esa persona que no puede distinguir y diferenciar (de esos está plagada la Red, y el feminismo no se detiene, de modo que no lo daña).
Respecto al mal abordaje que el Gobierno Mexicano le da al femicidio, es claramente responsabilidad de los políticos Mexicanos que inclusive desoyen recomendaciones internacionales.
Saludos!.