Yo para psiquiatra o para psicólogo, no te veo.
Pero sí pienso que te vendría bien una reflexión personal, profunda, repasando tus valores y preguntándote si vale la pena dejar de correr riesgos (dicho de otro modo, dejar de vivir) porque a conocidos tuyos les haya ido mal, o incluso porque te haya ido mal a ti. Plantéate la idea de tomarte tiempo en las relaciones antes de presentar la pareja a tus padres, trabájate las certezas y cuéntales a ellas lo importantes que son tus padres para ti. Acepta la realidad de que toda apuesta tiene un riesgo y que nadie viene con una hoja de garantía bajo el brazo, aunque siempre tendrás la posibilidad de la devolución, y de protegerte de los "saqueos" económicos simplemente acudiendo a un notario que separe formalmente tus bienes de los suyos.