Teodiceas e intentos baldíos para justificar a un supuesto creador de todo, por ende también del mal, del sufrimiento gratuito a inocentes seres vivos de su creación.
¡El ser humano es capaz de argumentarse lo que haga falta -y más- para poder creer en la transcendencia y poder alcanzar la eternidad! Le hará más feliz, supongo.
A todo esto, porqué será me vino a la memoria este corto de animación muy premiado.