¿Qué estás hablando? ¿Cuando ha dicho Roberto que se lo tengan que dar a él? Creo que estás diciendo de las personas cosas que no son verdad.
Y en cuanto a eso de la envidia, los cristianos que enseñan los mandamientos que Jesús mandó guardar sólo hacen lo que Jesús les mandó: enseñar lo que enseña el Evangelio. ¿Es que vas a llamar envidioso al apóstol Santiago porque dijo esto?:
Santiago 2:1
Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas.
2:2 Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con vestido andrajoso,
2:3 y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado;
2:4 ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos?
2:5 Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?
2:6 Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos los mismos que os arrastran a los tribunales?
2:7 ¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros?
Santiago 5:1
¡Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán.
5:2 Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas de polilla.
5:3 Vuestro oro y plata están enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros, y devorará del todo vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros.
5:4 He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos.
5:5 Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza.
5:6 Habéis condenado y dado muerte al justo, y él no os hace resistencia.