Jesús es Dios que se hizo hombre, y no mandó que se matara a pedradas a los que hacían obras en sábado ni mandó a los hombres matar a otros hombres en ningún momento, sino hacerles siempre bien, en todo momento.
Entonces Dios nunca mandó matar porque su ley no cambia, como enseñó Jesús cuando dijo que ni una jota ni una tilde pasará de la ley.
Y eso demuestra que la ley que Dios había dado a Moisés es la que Jesús nos enseña en el Evangelio, los mandamientos del Evangelio que mandan perdonar y hacer el bien a todos, NO LAS ÓRDENES DE MATAR que están escritas en el Antiguo Testamento.