Cuando te haces responsable de tus actos presentes y pasados, cuando planificas un futuro, cuando dejas de llamarle amor a la atracción que sientes por alguien en pocas semanas o meses, cuando aprecias a quienes te dedican tiempo y les correspondes igual, cuando ocupas tiempo de calidad para crecimiento de calidad, bien sea el crecimiento en familia pasando tiempo juntos, leyendo un libro (no implica que nunca te tomes un rato de ocio, disfrutes con un videojuego pero se trata de "priorizar").

También cuando dejas de impresionarte con cada libro de autoayuda que te repite que los cambios vienen de ti y solo ocurren cuando los buscas, como si no lo hubieses leído 500 veces antes, maduras cuando dejas de desvivirte por el último teléfono, tablet o laptop que salió al mercado y cuando aprendemos a respetar las decisiones, las creencias y gustos de cada quien.