Muchos grupos religiosos dicen que ellos predican la Buena Nueva e insisten en que hay que predicar la Buena Nueva
(el Evangelio). Y para ellos, predicar el Evangelio es enseñar que un día vendrá el Paraíso de Dios para todos sus hijos. Pero se olvidan de los mandamientos que que Jesús enseñó cuando predicó el Evangelio. Entonces no están predicando el Evangelio que Jesús predicó y mandó predicar.

Los mandamientos que Jesús nos enseñó s
on parte del Evangelio
, y una parte muy importante, pues son los mandamientos que Jesús mandó guardar para entrar en la vida, porque Jesús dijo así:


Mateo 19
Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.

19:18 Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. 19:19 Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
19:20 El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta?
19:21 Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.
19:22 Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
9:23 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos.
19:24 Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.


Según estas Palabras de Jesús que nos enseña el Evangelio, los que quieran entrar en la vida, en el Reino de Dios (en el Paraíso), deben guardar los mandamientos que Jesús mandó guardar. Así que de nada les servirá a muchos predicar
que vendrá el Paraíso prometido, si no predican los mandamientos que hay que guardar para entrar en la vida (en el Paraíso).

Tampoco les
servirá de nada predicar que Jesús limpiará la tierra de toda maldad, si no limpian sus doctrinas de todos los mandatos y doctrinas de hombres que no se ajustan al Evangelio, pues siempre están diciendo que son de Dios todos los mandatos del Antiguo Testamento, sin tener en cuenta que Jesús anuló los mandatos que ordenaban a los hombres hacer daño y matar a las personas porque no eran más que mandatos de hombres.

Todos los mandatos del Antiguo Testamento o de las cartas que son contrarios a los mandamientos que Jesús nos enseñó cuando predicó el Evangelio, no eran la Ley que Dios había dado desde siempre y para siempre, sino que eran mandatos de hombres
, pues fueron anulados por Jesús y Él había advertido que no vino a anular la Ley de Dios.

Jesús es Dios mismo que se huizo Hombre, y cuando predicó el Evangelio nos enseñó los mandamientos que en verdad fueron dados por Él mismo en el tiempo de Moisés y en todos los tiempos.

A continuación citaré una respuesta que me agrada mucho y que nos recuerda los mandamientos del Evangelio que Jesús mandó guardar y predicar, que son los verdaderos mandamientos dados por Dios
desde siempre y para siempre.