Pablo dio en el clavo cuando dijo:


"El conocimiento engríe, pero el amor edifica."

Todos deseamos saber, es natural que así sea, pero a menos que nuestro conocimiento sirva para hacernos mejores de lo que somos, mejores hombres y mejores mujeres, mejores servidores de nuestros semejantes, no nos hará más superiores a la vista de Dios.