Recuerdo una vez (cuando mi hijo mayor era pequeño), le pedí que me ayudara con la plancha. Me miró con ojos desorbitados mientras (digo yo que pensaría): "esta no es mi mamá, si nunca me deja acercarme a la plancha!!"...
El caso es que plegué mis sábanas y las dejé en la silla. Le pedí a mi muchachote que se sentara encima y le dije: "Ves? Ya me estás ayudando a planchar la ropa! El secreto reside en saber tenderla. Ropa bien tendida, ropa casi planchada. Y sólo le falta una presión o un calentón!"

El caso es que a mí no me gustaría tener ese cacharro. Ni regalado! A mí me gusta mucho planchar. Me relaja mucho... Eso sí, tengo una buena plancha y una buena tabla pro... :001_smile: