La Sabiduría Divina es Una, Eterna, y por lo tanto no evoluciona.
Pero el ser humano en lo individual y en lo colectivo sí evoluciona.
Por ello las enseñanzas específicas de los Mensajeros Divinos son diferentes de época en época, adaptándose a los seres humanos a quienes se dirige.

Jesús pronosticó, de hecho, lo que podríamos llamar una "evolución" en su Mensaje y en las obras resultantes de su Mensaje que se daría después de su partida.

Leemos en Juan 16:12,13

"Aún tengo muchas cosas que decirles, pero ahora no las pueden sobrellevar.
Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él los guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y les hará saber las cosas que habrán de venir."


y en Juan 14:12

"En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores que éstas hará, porque yo voy al Padre."