Los primeros cristianos se mantuvieron neutrales en la política y se negaron a participar en las guerras.
Así lo reconocen muchos libros de historia
Uno de ellos dice que
“los fundadores del cristianismo se resistieron tenazmente a albergar el más mínimo deseo de intervenir de forma directa en el orden político de su tiempo”
(The Beginnings of Christianity, George P.*Fisher).
Otra obra reconoce igualmente que “se negaban a tomar parte activa en la administración civil”, que “era imposible que los cristianos fueran soldados, magistrados o príncipes sin renunciar a un deber más sagrado” y que su actitud “los expuso al desprecio y a los reproches de los paganos”
(Historia de la decadencia y caída del Imperio romano, Edward Gibbon).
Con referencia a la postura de los primeros cristianos ante el servicio militar también encontramos comentarios pertinentes. Por ejemplo, un teólogo alemán escribió que “los cristianos condenaron y se resistieron a dicho servicio militar” (Historia de la Iglesia primitiva, Norbert Brox).
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)