Los doctores son enfaticos en declarar que si no se tiene el volumen correcto de sangre en el cuerpo, un paciente simplemente morira. De ahi la necesidad de las transfusiones sanguineas, cosa que los testigos de Jehova rechazan, mal interpretando los escritos biblicos, escritos que NADA dicen sobre las transfusiones.
Los tdJ que mueren como resultado de ese error de interpretacion biblico, son considerados como "martires" por sus correligionarios. Algo similar pasa entre los extremistas musulmanes.
Una forma pagana de sacrificios humanos...
A pesar de que en algunos paises los adultos no pueden ser obligados a que se les practique una transfusion sanguinea sin su previo consentimiento, negativa que en muchos casos los lleva directamente a la muerte, la presion social que se esta ejerciendo para modificar y negar tal "permiso" , crece de dia en dia :
"Peticiones para enmendar el Código Civil de Quebec se acumulan tras la muerte de un testigo de Jehová
"No puede haber... más niños sin madre ", dice la tía de Éloïse Dupuis, que murió al dar a luz.
"El Dr. Antoine Payot, director de la unidad de ética del Hospital Sainte-Justine de Montreal, dice que su experiencia clínica plantea serias preguntas sobre la validez de las negativas en situaciones de emergencia.
"Esas dudas llevaron a Payot y su colega, el pediatra de urgencias Dr. Guylaine Larose, a escribir un artículo de opinión reciente en el periódico La Presse de Montreal pidiendo la modificación del Código Civil.
"En una entrevista con el CBC, los médicos dijeron que querían cambiar la ley para permitir a los médicos que se enfrentan a una situación de vida o muerte proporcionar tratamiento para salvar vidas. (Traducción libre. Ver articulo completo AQUI)
para comprender lo absurdo que es ser un TJ sólo es necesario plantearse que un padre TJ puede donar uno de sus riñones a su hijo TJ pero no puede donar medio litro de su sangre.
"¡Misericorda quiero, y no sacrificios!"
Sábado 6 de enero
El superintendente debe ser irreprensible (1 Tim. 3:2).
Jehová nos ha dado una lista de los requisitos que deben cumplir los ancianos. Eso demuestra que espera mucho de ellos (1 Tim. 3:2-7). Deben ser un ejemplo para los demás. Y no solo eso: Jehová les pedirá cuentas por su manera de tratar a la congregación, “que él compró con la sangre de [su] Hijo” (Hech. 20:28). Dios desea que nos sintamos seguros y bien cuidados por nuestros pastores espirituales (Is. 32:1, 2). Visto así, ¿verdad que la lista de requisitos para los ancianos nos enseña que Jehová se preocupa mucho por nosotros? De hecho, reflexionar en esa lista nos beneficia a todos, pues Jehová espera que los cristianos cumplamos con la mayoría de esos requisitos. Por ejemplo, todos debemos ser “razonables” y tener “juicio sano” (Filip. 4:5; 1 Ped. 4:7). Cuando los ancianos son “ejemplos del rebaño”, podemos aprender de ellos e imitar su fe (1 Ped. 5:3; Heb. 13:7).
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)
para comprender lo absurdo que es ser un TJ sólo es necesario plantearse que un padre TJ puede donar uno de sus riñones a su hijo TJ pero no puede donar medio litro de su sangre.
Texto Diario domingo, 7 de enero de 2018
Más que todo lo demás que ha de guardarse,
salvaguarda tu corazón (Prov. 4:23).
Tengamos cuidado con las cosas que podrían endurecer el corazón, como el orgullo desmedido, la práctica del pecado y la falta de fe. Todo ello fomenta un espíritu desobediente y rebelde (Dan. 5:1, 20; Heb. 3:13, 18, 19). Pensemos en Uzías, un rey de Judá que se volvió orgulloso (2 Crón. 26:3-5, 16-21). Al principio, hizo “lo que era recto a los ojos de Jehová” y fue fiel a Dios por un tiempo. Pero “tan pronto como se hizo fuerte, su corazón se hizo altivo”, y eso que su fortaleza la había recibido de Jehová. Incluso intentó quemar incienso en el templo, un privilegio que solo tenían los sacerdotes, los hijos de Aarón. Cuando estos intentaron detenerlo, Uzías fue orgulloso y se enfureció. Por eso, Jehová lo humilló y lo castigó con lepra hasta el día de su muerte (Prov. 16:18). Si no tenemos cuidado con el orgullo, podríamos empezar a tener una opinión demasiado elevada de nosotros mismos, y hasta negarnos a aceptar los consejos de la Biblia (Prov. 29:1; Rom. 12:3).
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)