El que muestra favor al de condición humilde le presta a Jehová
(Prov. 19:17).


Si usamos las cosas que tenemos para el adelanto de los intereses del Reino, estaremos aprovechando nuestras circunstancias para ayudar a los demás. Algunos hermanos tienen recursos económicos pero no pueden servir a tiempo completo ni mudarse a otro país. Aun así, pueden sentir la satisfacción de saber que sus donaciones apoyan el servicio de otros cristianos. Con nuestras donaciones, ayudamos a hacer y distribuir publicaciones, y apoyamos la predicación en lugares muy pobres donde muchas personas aceptan el mensaje. Por años, en países como el Congo, Madagascar y Ruanda, los hermanos tenían que elegir entre comprar alimentos para su familia o comprar biblias, que a veces cuestan el sueldo de una semana o un mes. Pero las donaciones de muchos hermanos han hecho posible una “igualación”. Gracias a esto, la organización de Jehová ha traducido la Biblia y se la ha hecho llegar a todos los miembros de las familias y a las personas que desean conocer a Dios (2 Cor. 8:13-15).