Terminamos


La muerte… esta vez no me tocó a mí, pero si me rozó. Es irónico pensar que es la única parte de la vida (si se puede llamar así) que no tiene solución y al mismo tiempo nadie puede escapar de ella.
No tiene solución porque es la realidad que nos toca vivir en arte de nuestros años, nos toca sentirla pasar por nuestro cuerpo y afectar nuestro pensar, replantearnos muchas cosas que, a la larga, terminan en el mismo desenlace. Le tenemos miedo, nos cuidamos porque sabemos que con cada paso que damos puede aparecer, y es más, cada segundo estamos más cerca.
Como a cada cosa que le tenemos miedo, todos desconocemos la muerte. No sabemos cuándo llega, a quién le toca, como se siente, si hay algo después o específicamente qué es.
¿Qué es la muerte? ¿Es dejar de vivir? Y en todo caso… ¿Qué sería vivir? En cuanto a la muerte, muy crudamente podemos decir que nuestro organismo deja de funcionar, que como unidad ya no reaccionamos y los gusanos nos van a terminar comiendo. Directamente relacionado está en que desconocemos a la vida misma, su definición científica e inclusive su finalidad. Siguiendo la línea estricta del realismo nihilista, somos un conjunto de cositos con ¨vida¨ que no hacen otra cosa que reacciones químicas sincronizadas y se unieron entre sí para sobrevivir. Las llamamos células.
Estas no se salvan de su origen: ¨moléculas¨ que se formaron porque ¨átomos¨ se unieron siguiendo leyes que desconocemos infinitamente de dónde surgieron. Esto pasó hace tanto tiempo que nuestro cerebro no es capaz de entenderlo, no entendemos lo eterno principalmente porque somos efímeros.
Si desconocemos nuestro propósito final y le tememos a nuestro ineludible final ¿Por qué la muerte nos impacta tanto? ¿Somos ¨algo más¨ de que realmente somos?
A lo largo del tiempo vamos cambiando de gustos, de influencias y de lugares, pero sentimos profundamente relaciones con otras personas. Amamos, conocemos, nos emocionamos y reímos con cercanos nuestros. Pero ¿Cuando no está más una de estas personas?
Cada uno vive una vida única porque somos complejos y evolucionamos. Podemos dejar huellas hasta en personas que no conocemos, como hacen los artistas. Con la misma euforia tengo que decir que todo termina, y esto mismo nos da ganas de hacer cosas y sentir. Especialmente sentir, porque no hay nada mejor que hacer algo nuevo, tener sensaciones encontradas y disfrutar.
Quien nos da cuando comienza, nos quita cuando termina. Como nosotros ¨terminamos¨ alguna vez, no queda otra que sentir en cada momento posible, identificarnos como alguien y, mucho más, hacer sentir a los demás. Alguien puede no pensar como yo, pero todos merecemos sentir porque nos hace ¨nosotros¨, que no sabemos qué somos. Sólo que ¨terminamos.¨