Cárdenas abogaba por el cooperativismo. Frente a los que hablaban del fracaso del ejido (entre los que se encontraba el propio Calles) defendía el fraccionamiento de la tierra, como base de riqueza del país. Para ello contaba con el Banco Nacional de Crédito Agrícola “que facilitaría los elementos económicos y de trabajo al agricultor para llevar a cabo la explotación de la tierra”. Quería introducir una modernización en el campo, no solo en los sistemas de cultivo, también remodelar los canales de distribución, para que los rendimientos de la agricultura dejaran de beneficiar exclusivamente a los intermediarios.
Para que la reforma fuese integral no bastaba solo el reparto de las tierras procedentes de los latifundios. El poder público debería “prestar a los ejidatarios toda ayuda moral y material para que prosperen económicamente y para que liberen su espíritu de la ignorancia y los prejuicios”. Frase esta última que enlaza con su deseo de erradicar la ignorancia y la superstición potenciando la escuela rural, que debería incluso superponerse a la educación universitaria.
La Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) de carácter anarquista se había desgastado por sus divisiones intestinas y sus enfrentamientos con el gobierno. Lo que da lugar al nacimiento de la Confederación de Obreros y Campesinos de Mexico (CGOCM) que postulaba así mismo la independencia del Estado. Cárdenas, no se opone y alienta las huelgas que persigan las mejores condiciones de vida de los trabajadores y fomenten la autonomía sindical. Lo que choca frontalmente con Elías Calles, que “condena las huelgas como motivo de agitación social” y advierte que se debe cambiar de rumbo. Añadido a su condena del reparto ejidal en 1932 se convierte en una provocación a Lázaro Cárdenas. La respuesta es la creación del Comité de Defensa Proletaria, con el apoyo de los sindicatos obreros, alineados con Cárdenas. El resultado final desemboca en la expulsión del país de Calles y los suyos.
No obstante, la CGOM que postulaba Lombardo Toledano encierra peligro político. Por lo cual se integra a la central campesina dentro del partido, con reorganización social dirigida corporativamente con el Estado. Asi esta fuerza de masas sería el apoyo cardenista. El Partido Nacional Revolucionario se estructura sectorialmente (obreros, campesinos, sector popular y militares) para acabar con el “caudillismo”
La Reforma Educativa establece la educación socialista. Se retoman ideas de Vasconcelos y la escuela es una redención social de los más desvalidos. Especialmente los indios. Se busca una sociedad solidaria y justa que encauce al alumnado hacia el amor el trabajo, que se procurara sea en producción de cooperativa: “La escuela de México necesita un programa que enseñe al niño lo que realmente le sea útil en su mayor edad. Hay que educarlo en contacto con la naturaleza: inculcarle la ideología de la Revolución Mexicana; prepararlo para el trabajo colectivizado, toda vez que Mexico debe lograr su desarrollo por el propio esfuerzo organizado de los mexicanos. De seguir Mexico con un sistema individualista perderemos de aprovechar las riquezas naturales y las ventajas agrícolas e industriales que ofrece el país- L. Cárdenas”
SE preocupa además de la formación técnica y la universitaria. Sin embargo a pesar de los esfuerzos. El crecimiento de la población supera la labor. La estadística señala que en 1940 hay dos millones mas de analfabetos que en la década anterior. Lo que si se consigue plenamente es la actitud de conciliación que ha logrado la escuela respecto a la Revolución. El concepto Patria cobra vigoroso ímpetu.
El otrora amigo personal Saturnino Cedillo había alcanzado grandes beneficios en su carrera revolucionaria. Uno de ellos era el ejercito privado que se acuartelaba en su rancho ”Las Palomas” en San Luis de Potosí. SE consideraba buen católico y dejaba actuar libremente a la Iglesia en sus dominios. Al despedir Cárdenas al radical ministro de Agricultura, Tomás Garrido Canabal la cartera la ocupó este conservador, que por cierto era conocido entre los “camisas doradas (fascistas mexicanos) y estaba en desacuerdo con el reparto de tierras. Las compañías inversoras estadounidenses le proveían de fondos y tenía además todo un arsenal de considerables proporciones: armas, bombas e incluso aeroplanos y emisoras de radio de gran alcance (Continuará)