Hacia el verano del año 1927, la rebelión cristera esta prácticamente dominada. Surgirán algunos brotes como explicare más adelante, pero no tendrán la importancia inicial. El problema que se presenta en estas fechas es el de la sucesión del presidente: El mandato de Elías Calles finaliza el próximo año de 1928.
Obregón había tenido por favorito a sucederle en la presidencia, al general Francisco Serrano. Amigo desde la infancia lo tomo bajo su protección y lo elevó al generalato. Incluso le debía la vida al salvarle de la ira de Pancho Villa. Para asegurarlo en la presidencia llegó a enviarlo a Europa para que allí se forjase en las cuestiones políticas. No obstante, al final Obregón no estará seguro de la valía de su protegido. El distanciamiento se producirá con motivo de la reelección: Serrano abraza la causa antirreeleccionista ¡Le costara el ser asesinado por Calles y Obregón!
Calles optó en un principio por el sindicalista Morones. Era querido por la clase obrera y sabía de cuestiones de gobierno, pero no gustaba a los obregonistas. Así las cosas, los partidarios de Obregón en el Congreso miraron hacia atrás en el tiempo e imitaron a Porfirio Díaz. El mandato presidencial fue ampliado de cuatro a seis años. Aunque lo más fuerte es el hecho de imponer una enmienda a la Constitución por la cual un expresidente podía se relegido para el cargo tras el intervalo de un mandato. Como se recordará la Revolución tuvo su origen al no cumplir D. Porfirio la promesa dada al periodista James Creelman, del “Pearson,s Magazine”.
La enmienda constitucional fue interpretada como un pacto entre Obregón y Calles. Una “alternancia” en el poder a lo Cánovas y Sagasta, en España. Obregón sucedería a Calles y Calles a Obregón. LO que violaba los principios básicos de la Revolución. La justificación que se dio fue cuando menos pintoresca: Los logros revolucionarios no estaban aun lo bastante consolidados. Una interpretación literal de sus metas era un gran riesgo a correr. Quizás no le faltase veracidad al razonamiento, pero no dejaba de ser una contradicción.
Un ruido de sables cruzo los aires. Se temía una rebelión que al fin tomo cuerpo. Unas maniobras militares en Ciudad de México dirigidas en un principio por el general Eugenio Martínez acabaron en tragedia. A última hora este general recibe la orden de marchar a Europa y ni Calles ni Obregón asisten a dichas maniobras. Al mando de varios regimientos y batallones, el general Héctor Ignacio Almada se dirige a Veracruz para reunirse con Arnulfo Gómez, el general que había sofocado la rebelión de DE la Huerta y que Calles barajaba como posible sucesor presidencial. El resultado de este ruido de sables fue la ejecución de Serrano junto a trece amigos que le acompañaban. Ocurrió en Huitzilat donde los llevaron en automóvil.
No fue este el final. En Torreón es arrestado y fusilado el general Agapito Lastra. Igual les sucede al coronel y oficiales del 16 Batallón. En Ciudad de México y otras poblaciones son varios los generales ajusticiados, entre ellos un hermano de Adolfo de la Huerta. No obstante la campaña contra la reelección continuaría y apuntando mas alto: Se intentó asesinar a Obregón al asistir a una corrida de toros. DE los detenidos en el intento destacaba Luis Segura de profesión ingeniero. Era miembro de la Liga de Defensa Religiosa que contribuía distribuyendo comida y munición entre las guerrillas cristeras de Jalisco.
¡Las desgracias nunca vienen solas!