Queridos amigos
He visto en algunos hilos los posts de los compañeros Esperanza y Porque25 que llevan un muy interesante debate sobre el sentido espiritual (o evangélico) del sexo.
Como baha'i, y al igual que cualquier judío, cristiano o musulmán tradicional, creo en la castidad entendida como restringir las relaciones sexuales al matrimonio.
Pero creo también, que detrás la institución social que los Mensajeros de Dios han aprobado (y modificado según el contexto histórico) y que llamamos matrimonio, se encuentran principios espirituales mucho mas grandes, y que son a los que Porque25 y Esperanza hacen referencia.
A pesar de diferir con Esperanza en algunos aspectos importantes, no veo en él un defensor de la promiscuidad. Lo veo como un honesto e inteligente buscador de la verdad espiritual detrás de los preceptos relacionados con la institución matrimonial, por lo que su propuesta es por demás pertinente.
Por ello me permito presentarles la siguiente parábola:
Juan y María, jóvenes cristianos evangélicos de hermoso carácter, que creen en la castidad hasta el matrimonio, naufragan en un viaje por el oceano y se quedan solos en una isla desierta.
Ahí aprenden a trabajar en equipo para sobrevivir en las duras condiciones de la isla, y desarrollan un intenso vínculo amoroso que se acompaña con una intensa atracción física.
Un año después, terminan sosteniendo relaciones sexuales. Tras ello, sienten una intensa culpabilidad y se prometen mutuamente nunca más repetirlo.
Cinco años más tarde, han perdido esperanza de ser encontrados, y en el transcurso han seguido sosteniendo relaciones sexuales esporádicas. Cada vez que las han tenido se han sentido culpables, aunque cada vez menos y menos, hasta que llega el momento en que deciden que se "casarán" ante Dios haciendo una promesa de fidelidad sin ningún otro testigo (pues, insisto, la isla es desierta), y comenzarán a tener relaciones sexuales de manera regular sin culpas.
¿Pecaron Juan y María antes de tal promesa?
¿Es válido ante Dios ese "matrimonio" que pretenden hacer sin testigos?
¿Deberían esperar a ser rescatados a expensas de morir célibes?
¿Cómo suponen que juzgará Dios su comportamiento?
¿Qué piensan?