Cita Iniciado por Nietzscheano Ver Mensaje
Por ahí decía Ujule 2 cosas que me han hecho mucha gracia, y que me tocan directamente: me insta a darle un consejo a Frank y dice además que hay gente que intenta ir por las buenas con él pero que se cansan de su actitud. Bueno, soy de los segundos.

Realmente a mí cada vez que leo a Frank no me nacen iniciativas sino dudas, por ejemplo: por qué diablos afirma que necesariamente quien sea su jefe tendrá menor conocimiento que él?? Es cierto que en el mundo hay injusticias de ese tipo pero el día de hoy con ambientes más globalizados y competitivos, el que no sabe, se va (o lo van). Porqué está Frank tan seguro de que será mejor que otros?? En fin, no ahondaré en mis dudas y trataré de ser positivo y objetivo, y sobre todo no prejuicioso.


Frank debe emanciparse, ahí radica todo. Para saber el verdadero valor de unos jeans hay que haberlos comprado y haberlos estropeado mientras uno los lavaba; para saber el verdadero valor del dinero hay que llegar al 28 del mes sin un cinco en la bolsa; para el valor de la comida, hay que haberla quemado mientras uno la cocinaba; para el valor de un desayuno, hay que haberlo omitido algunas veces para no llegar tarde al trabajo; para el valor del sueño, hay que desvelarse... en fin, para valorar las cosas, hay que sacrificarse. Cosa que Frank nunca ha hecho, ni, presumiblemente, hará. Antes de aprender cómo es el mundo, ni de chiste está permitido pensar en mujeres. Además, las relaciones son parte de un camino, no un objetivo, o deben ser, porque muchos lo convierten en su norte.

Yo lo leo a Frank e inevitablemente pienso en las aristocracias decadentes que pensaban que el trabajo no era un valor sino una degradación, que la burbuja en la que fueron criados se mantendría sempiternamente, que los pobres lo son por elección y finalmente que terminarán encontrando el amor en la prole o vulgo en un ser angelical al que rescatarán de ese mundo de degradación, un mundo muy romántico al estilo de Dostoyevsky, o de las novelas mexicanas.

Yo tengo un remedio contra ese novelesco imaginario: trabajo y del duro.

No se ponga a pensar en tal o cual cosa o en tal o cual mujer, póngase primero a trabajar, pero no en casa, no se engañe a usted mismo con esa falacia empresarial que se creó, busque trabajo, en lo que sea: estibador, mensajero, cuida carros, agricultor, taxista (ahora con Uber es sumamente fácil), asistente contable, secretario, recepcionista, lo que sea, cajero de supermercado... o es más, como a usted le gustan las cosas ideales, le voy a plantear la más ideal de todas: vaya a una agencia de publicidad, la más grande y reconocida preferiblemente, y diga: “yo tengo este título y esta experiencia, quiero trabajar aquí y estoy dispuesto a comenzar desde abajo porque sé que es la única forma de tener bases suficientes para un día llegar a ser pilar fundamental de esta empresa o desarrollarme de manera independiente con lo que he aprendido de los mejores, que son ustedes, estoy dispuestos a lo que sea para ir creciendo juntos”. En tres o cuatro años, demostrando todo el empeño posible y más en su trabajo, nos hablamos a ver si no creció usted personal, laboral, intelectual y socialmente. Y principalmente se le van a haber quitado todas esas fantasías de la cabeza.

Ustedes saben porqué los pobres no sufrimos de depresión?? Porque no nos da tiempo!! Durante el día trabajamos y en la noche hay mucho en qué pensar o hay que trabajar más o hay que recrearse o hay que descansar, pero nunca hay tiempo ocioso para que la mente se envicie.

Mi consejo en resumidas cuentas es: Frank, trabaje. Pero no viendo el trabajo desde sus fantasiosas ópticas, sino como algo de vida o muerte. Trabaje pensando que si gasta US$ 100 a la semana, va a ganar US$ 80 y no están papá ni mamá ni nadie para cubrir esa diferencia de US$20. Y para eso usted ocupa emanciparse, irse de su casa, aprender a guardar la platita del alquiler del apartamento, de los pasajes o la gasolina, de la comida, aprender a planchar, a cocinar, a lavar, aprender a sobrellevar las épocas escasez y contraponerlas a las épocas de abundancia, aprender a que todo cuesta.

Es que, y aquí me permito emitir un criterio que estoy seguro que no es un prejuicio, a usted se la han puesto siempre en bandeja de plata y piensa que todo es así, no señor.

Finalmente, por todo lo que más quiera, no me venga a decir que lo suyo es un trabajo porque no lo es, simplemente no lo es, desde ninguna óptica lo es.

Antes de todo esto, ni de chiste pensar en mujeres. Además, en la que menos piensas alguna se fija en tu determinación cuando pidas ser portero en la agencia de publicidad con afán de crecer.

Veremos si mi excavación chocó con piedra, como es seguro, o si el túnel tocará fondo.
Agradezco la cita a mi, tánto como tomarte la molestia de responderle a Frank29.