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Tema: El Espíritu Santo: Una Analogía que nos Puede Ayudar a Comprenderlo

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  1. #1
    Fecha de Ingreso
    06-octubre-2017
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    Mexico
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    486

    Predeterminado El Espíritu Santo: Una Analogía que nos Puede Ayudar a Comprenderlo

    Amigos del Foro

    Noto que muchos hilos y posts del foro tratan de la añeja pregunta de si el Espíritu Santo es Dios o no.

    A primera vista, hay textos de la Biblia que hablan del Espíritu Santo como una fuerza impersonal de Dios. Una energía, influencia divina. Pero también hay otros que hablan del Espíritu Santo como si fuera una persona con una identidad o mente independiente.

    Todo debate debe partir de reconocer honestamente esto y que, por lo tanto, existen dos posibles puntos de vista:
    .
    Punto de Vista 1. Que los versículos que tratan al Espíritu Santo como influencia impersonal son metáforas mientras que los que lo tratan como ser personal son literales.

    Punto de Vista 2. Que los que lo tratan como influencia impersonal son literales mientras que los que lo tratan como ser personal son metáforas.
    .
    Mi opinión ustedes ya la saben: para mí es mucho más lógico, y más congruente con la Unicidad de Dios que proclama la Biblia, el punto de vista 2. Además, como baha'i, tengo la fortuna de contar con el Sagrado Corán y las Escrituras Baha'i que explícitamente confirman el punto de vista 2.

    Sin embargo, reconozco plenamente que el tema es difícil, y que quienes formularon la doctrina de la llamada Santísima Trinidad en los primeros siglos del cristianismo no eran ni tontos ni malvados. Al contrario, eran intelectuales sinceros que se esforzaban por comprender la naturaleza de la Deidad e integrar filosofía y Escrituras.

    Me permito, amigos míos, compartir con ustedes, por si les es útil, una hermosa analogía que usa Bahá'u'lláh para explicar la relación entre Dios, el Hijo de Dios o Cristo, y el Espíritu Santo.

    La analogía va así:

    El Sol es Dios.
    Los rayos que emite (fotones) son el Hijo de Dios.
    El calor y luz que percibimos, el Espíritu Santo.


    La analogía me parece hermosa por dos razones:

    Primero, porque permite discernir que estrictamente hablando, el calor no es el Sol, los rayos no son el Sol, y sólo el Sol es el Sol (es decir, el espíritu santo no es Dios, Jesucristo no es Dios, sólo Dios es Dios).

    Segundo, porque persenta la irrelevancia de pelearnos por esto.
    ¿Cómo es que percibimos al Sol, si no a través de su luz y calor? ¿Cómo es que el Sol hace crecer a las plantas y nos mantiene con vida, si no es por su luz y calor?

    Así que, para todo fin práctico, si yo digo "Hace frío en esta habitación. Salgamos al sol para calentarnos" estaré diciendo lo correcto, aunque en realidad no estemos "saliendo al sol" sino saliendo a una porción de la superficie de la tierra iluminada por el sol.
    Y si digo "Está muy oscura esta casa. Abran las cortinas para que entre el sol" estaré también diciendo lo correcto, aunque en realidad el sol siga en su mismo punto en el universo y no entrando a nuestra casa.

    A lo largo del Nuevo Testamento ocurre lo mismo: muchos textos hablan del espíritu santo como si fuera Dios mismo. Y para todo fin práctico es correcto. No hay por qué pelearnos.

    Por ejemplo, cuando los apóstoles declaran: "Le ha parecido bien al Espíritu Santo y a nosotros no imponer sobre ustedes ninguna carga..." (Hch 15:28)
    lo que dicen es "Le ha parecido bien a Dios y a nosotros no imponer sobre ustedes ninguna carga...."

    ¿Creen ustedes que los apóstoles se sentaron a debatir si el Espíritu Santo era Dios o una influencia de Dios, si era el calor y luz del sol o el sol mismo?
    ¡No! Ellos sabían que el Espíritu Santo procedía de Dios y de Jesucristo y eso era lo importante. Su mensaje tendría la autoridad divina, y punto.

    En conclusión, dado a que no hay contradicción alguna entre el Mensaje del Padre, de Jesucristo, o del Espíritu Santo, da absolutamente lo mismo, para fines prácticos, afirmar:

    "Dios pide que nos amemos" | "Jesucristo pide que nos amemos" | "El Espíritu Santo pide que nos amemos".

    Confrontarnos en un foro por intentar probar con la Biblia la veracidad o falsedad de la Doctrina de la Trinidad sólo tendría caso si el Padre nos pidiera una cosa, el Hijo otra, y el Espíritu Santo otra, y nos encontráramos ante el dilema de a quién servir.

    ¿Qué piensan, amigos?
    Última edición por Teheran; 13-oct.-2017 a las 12:42


    Sois los frutos de un solo árbol y las hojas de una misma rama. Trataos unos a otros con el mayor amor y armonía, con amistad y compañerismo.
    ¡Aquel que es el Sol de la Verdad es Mi testigo! Tan potente es la luz de la unidad que puede iluminar a la tierra entera


    Bahá'u'lláh

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