Me quema la audacia de esta pasión
en el sensual portal de tus labios
abiertos en flor, húmedos ávidos,
palpitantes de un deseo
alocadamente incontrolado.

Al compás de un temblor que baja
en espirales de disimulada agonía.
Queman tus labios
por el suave roce de los míos,
en el leve latido de un beso
sutil, ardiente, rebelde.

Sentir solo la piel
que se estremece
que desea escaparse
de vestiduras,
beso,que la conciencia salvaje
descubre ,atrevido y libre
acabando en sensual danzas
de los cuerpos, en sublime lujuria.