El joven Théodore Géricault pintó un paroxismo de locura entre los pocos supervivientes de la fragata Meduse. No estaban rodeados de tiburones, como los del USS Indianapolis, no.
Y ellos mismos se volvieron escualos.
El joven Théodore Géricault pintó un paroxismo de locura entre los pocos supervivientes de la fragata Meduse. No estaban rodeados de tiburones, como los del USS Indianapolis, no.
Y ellos mismos se volvieron escualos.
«Thou wilt keep him in perfect peace, whose mind is stayed on thee: because he trusteth in thee». – Isaiah 26:3