Jehová no ha cambiado su modo de ver la poligamia
(Salmo 19:7; Malaquías 3:6).

Esta costumbre no era parte del propósito de Dios para los seres humanos en el principio ni lo es en la actualidad. Al crear a Eva para que fuera esposa de Adán, Jehová declaró la norma divina sobre el matrimonio: una esposa para un esposo. “Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre, y tiene que adherirse a su esposa, y tienen que llegar a ser una sola carne.”
(Génesis 2:24.)