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No sé por qué pero hoy regresando a casa recordé una anécdota familiar.
Hace mucho tiempo, mi padre tuvo un sueño en el que se le apareció su madre y le dijo que
debería jugar el número tal y tal en la lotería argentina semanal.

Mi padre buscó la información de dónde podría adquirir el billete y comenzó a jugarlo durante
varios meses. Porque no obtuvo resultados positivos, dejó de adquirirlo y a la semana siguiente
el número en cuestión ganó el primer premio.

Otra vez en un sueño nocturno reapareció su madre y le dijo que, como no había seguido
apostando, nunca más volvería a darle la posibilidad de ganar.
Y así fue.
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