Las manos entrelazadas.

Recuerdas cuando sentiste ese "clic" al tocar por primera vez la mano de la persona de quien tan enamorado estabas? Yo sí



Tomarnos de la mano tiene un gran significado, esto lo sabemos y lo sentimos al tomarnos de la mano con la pareja al iniciar el noviazgo, esta acción es tan significativa que cuando se lleva a cabo por primera vez se siente como una corriente eléctrica que inunda todo el cuerpo y que indica que hay un sentimiento y una atracción con esa persona que los conecta hacia una unión. Si la relación de noviazgo continúa, ese tomarse de la mano se convierte en una comunicación que se mantiene todo el tiempo, caminar tomados de la mano a dónde se vaya, es un sentido de pertenencia, es decirle al resto del mundo que son uno para el otro. Y en esta comunicación de las manos entrelazadas, lo más emocionante e inolvidable es ese momento en que se consolida el compromiso y se toma la mano de la mujer amada para poner en su dedo anular ese anillo que simboliza su amor comprometido. De hecho cuando hay un disgusto, el no tomarse de la mano es indicativo que las cosas no van bien, y es tan fuerte esta comunicación de entrelazar las manos que para acercarse y solucionar ese conflicto el primer paso es tomar la mano de la pareja en son de paz. Las manos entrelazadas de la pareja cuando van caminando o cuando están sentados o simplemente platicando, se juntan como imán sin necesidad de hacer ningún preámbulo para unirse. Y es tan fuerte este significado de las manos entrelazadas que en los momentos de dolor, preocupación, o enfermedad el tomarse de la mano da la fuerza necesaria para enfrentar lo que hay que enfrentar. Y así como simboliza el inicio a la relación de pareja, igualmente en el momento final de la vida de uno de los dos, tomarse de la mano y fusionada sin quererla soltar, es un instante sublime, doloroso, intenso e inolvidable al saber que es la última oportunidad de sentir ese contacto de sus manos que la vida unió, y que llegado el momento final, con todo cuidado y muy lentamente se va separando llenándola de besos hasta ese último suspiro de amor. .

Diana Rodríguez de Ibarra