Estoy de acuerdo contigo, por naturaleza terminamos enamorándonos de quien vemos todos los días, y quien esta con nosotros. Por algo ocurre el síndrome de Estocolmo, porque consiste en que la secuestrada, al permanecer tanto tiempo encerrada con el captor, ella termina idealizándolo y defendiéndolo, según lo que han dicho.
En mi caso, llevo meses hablando con una chica de otro país, y nunca dejamos de hablar, hasta que me empezó a gustar, porque siempre estaba cuando me sentía desanimado, cuando estaba enfermo, siempre hablábamos, a pesar de la distancia, pero estaba conmigo, mas que cualquier otra persona y empece a darme cuenta que me gustaba, solo por su forma de ser. Al principio, no me llamaba la atención porque no era una modelo, es de cara algo tosca, no sonríe mucho, pero no es enojona, es comprensiva, le gusta conversar, aunque es escueta en respuestas, pero cuando siente confianza se siente bien hablando conmigo. No es extrovertida, es introvertida. Hay que ser muy empatico para entrar en su onda, estar atento y escucharla.
Lo que pasa hoy, es que hay muchas mujeres que se enojan por cualquier cosa, y eso desmotiva y no enamora.