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JESUCRISTO HABÍA MANDADO PREDICAR POR TODOS LOS PUEBLOS SOLAMENTE EL EVANGELIO, PERO LOS EMPERADORES DE ROMA DEL SIGLO IV Y SU RELIGIÓN FUERON LOS QUE IMPUSIERON LAS BIBLIAS JUDAIZANTES QUE TENEMOS AHORA.


En el siglo III, las cosas empezaron a cambiar para los cristianos, pues los mandamientos del Evangelio empezaron a ser olvidados. Y ya en siglo IV los judaizantes de Roma dominados por los emperadores de Roma y su religión, volvieron a imponer las leyes del viejo testamento que Jesucristo había dejado abolidas con su sangre y con su dolor, y, sin respeto ninguno a Jesucristo, las volvieron a llamar "mandamientos de Dios".

Las biblias impuestas a los cristianos fueron confeccionadas e impuestas a los cristianos por los emperadores de Roma y su religión del imperio en el siglo IV, pero Jesucristo no había mandado predicar las leyes de las biblias judías o judaizantes que contenían tantos preceptos de hombres que Jesucristo abolió..., pues lo que había mandado predicar Jesucristo fue solamente el Evangelio. Y es que el Evangelio contiene los verdaderos mandamientos de Dios.

En el siglo IV, en tiempos del emperador Constantino, es cuando se impusieron las biblias judaizantes que los cristianos han tenido que soportar durante dieciséis siglos.

LOS EMPERADORES DE ROMA DEL SIGLO IV Y SU RELIGIÓN DEL ESTADO FUERON LOS QUE IMPUSIERON A LOS CRISTIANOS LOS LIBROS DE LAS BIBLIAS QUE TIENEN AHORA LAS RELIGIONES.

En el siglo III, las cosas empezaron a cambiar, y los mandamientos del Evangelio empezaron a ser olvidados. Y ya en siglo IV los judaizantes de Roma dominados por los emperadores de Roma y su religión, volvieron a imponer, como si fueran leyes de Dios, las leyes del viejo testamento que Jesucristo había dejado abolidas, y las volvieron a llamar "mandamientos de Dios".

En el año 382, en el Sínodo Romano, por el Decreto del obispo Dámaso, se decidió qué libros se aceptaban y qué libros se rechazaban. Después, en 386, en el III Concilio de Cartago se prohíbe tener como escritura divina cualquier libro que no fuera
de los que allí se escogieron.

La carta de Inocencio I a Exuperio (año 405) indicaba los libros que entraban en el canon y los libros que eran rechazados y condenados por el imperio católico dominado por los emperadores de Roma...: en aquel canon entraban los libros del viejo testamento que contenían todas las leyes que Jesucristo había abolido cuando predicó el Evangelio (la abominación de la desolación en el lugar santo).

Estas disposiciones del imperio romano tan alejadas del respeto que se le debe a Jesucristo, las siguieron todos los movimientos católicos y después otras religiones dominadas por los poderosos de las naciones. Y en estos últimos tiempos, a todas las leyes del viejo testamento las siguen llamando "mandamientos de Dios" todas las religiones llamadas "cristianas", y también otros grupos más o menos judaizantes.

Estos cambios ocurrieron y fueron impuestos en el siglo IV cuando el emperador de Roma (Constantino) y luego sus descendientes, se hicieron jefes de la religión del imperio romano e incluyeron en las escrituras todas las leyes del viejo testamento que Jesucristo había abolido...

Los emperadores de Roma y su religión del estado también incluyeron las cartas atribuidas a Pablo con sus puntos difíciles torcidos por los indoctos..., puntos difíciles que han confundido al mundo y que los poderosos de las naciones han usado para imponer al mundo otro "evangelio" diferente.

Estas cartas justifican la ley de la espada que imponen los dictadores poderosos de las naciones.

Y con estas enseñanzas impuestas por el imperio romano, así es como acabaron con el verdadero cristianismo para dar paso a los sistemas de terror y de inquisiciones del imperio religioso de Roma.