Muchas personas se preguntan por qué existen interpretaciones contradictorias de las citas bíblicas.

El hecho de malinterpretar las Escrituras no es nuevo. Ya Pedro había dicho que algunos estaban tratando de tergiversar las cosas que Pablo escribía en sus cartas:

2Ped.3:15 Además, consideren la paciencia de nuestro Señor como salvación, así como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le fue dada, les escribió, 16 al hablar de estas cosas como también lo hace en todas [sus] cartas. En ellas, sin embargo, hay algunas cosas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también [hacen con] las demás Escrituras, para su propia destrucción.

Pero la confusión sobre las enseñanzas verdaderas cristianas no empezó con las congregaciones, porque el propio Jesucristo habló en parábolas a los judíos que no lo aceptarían porque sabía que ninguna cosa que hiciera por ayudarlos sería útil para que le aceptaran. Ellos vivían en una clase de bóveda desde donde se creían superiores y sin necesidad de cambiar cosa alguna de las que hacían o creían. Su falta de humildad les obstaculizó el poder ver con claridad.

En estos tiempos hay mucha gente confundida también. Algunos son buscadores sinceros de la verdad; otros son tan orgullosos como los escribas y fariseos hipócritas, y nada de lo que se les diga les vá a hacer cambiar. Es la actitud ante el mensaje lo que genera esta situación en ellos mismos.

La Biblia dice que en este tiempo el mensaje se estaría predicando a la gente. Imagínese que Ud es una de las personas que tienen el privilegio de recibir a uno de esos que son enviados, como dice aquí:

Mat.23:34 Por eso, miren, les envío profetas y sabios e instructores públicos. (...)

En realidad qué actitud mostraría ante esos mensajeros de Dios y de Jesucristo? El orgullo impide a las personas el poder recibir el mensaje de Dios y aceptarlo.