Jesucristo fue judío. Su nacimiento humano respondió a promesas hechas a los judíos, una nación que el Dios del Universo escogió para sí cuando en la tierra comenzaban a formarse naciones a partir de familias ... y los judíos salieron de una familia específica de entre los descendientes de Abrahán, un hombre seleccionado por su fe para llegar a ser el antecesor del pueblo de Dios. En el AT se narra todo el proceso desde la selección de Abrahán hasta que los descendientes de su nieto Jacob llegaron a formar la nación judía, y éstos llegaron a contar con el apoyo y respaldo del Dios del Universo, hasta que la mala conducta de ellos dió al traste con el pacto que habían hecho con su protector.

También los apóstoles seleccionados como íntimos de Jesucristo fueron judíos. Los primeros que formaron parte del verdadero cristianismo fueron judíos. Eso fue así porque esta era la nación a la que se le hicieron las promesas, y al menos en una parte representativa de ellos, estas promesas habrían de cumplirse.

Viendo esta realidad, es muy fácil entender la teología de los cristianos como grupo que procede inicialmente de éste que fue el pueblo de Dios por más de 2 milenios, incluído el Mesías, Jesucristo, descendiente también de esta familia de Abrahán por una línea genealógica que se perfila desde este primer padre Abrahán, hasta su madre biológica y su padre adoptivo.

Para saber quién es el Dios de los cristianos, basta saber quién era, y aun es, el Dios de los judíos. Por casi 2 siglos después del cristianismo, todos los cristianos sabían quién es Dios. Pero ese saber, que fue respguardado por el espíritu santo derramado en los primeros apóstoles y discípulos de Jesús, se corrompió a medida que comenzaron a pasar los años, y esos discípulos en posesión del espíritu, fueron muriendo, y otros con ansias de liderazgo comenzaron a intentar guiar a las congregaciones formadas sin un respaldo directo de Dios. Comenzó entonces la etapa que Jesucristo describe como esa en que el enemigo comienza a sembrar cizaña en el campo de trigo, y se permite que ambas plantas crezcan juntas hasta el tiempo de la cosecha, en que comenzaría a separarse la hierba mala y alistarse para ser quemada.

En ese tiempo dejaron de escribirse libros inspirados, y dejaron de realizarse aquellos milagros que el espíritu en los apóstoles realizó mediante ellos durante el tiempo que duró la vida de ellos. Esa es la prueba máxima de que la religión que surgió posteriormente YA NO ESTABA RESPALDADA por el espiritu de la verdad. Las enseñanzas posteriores comenzaron a ser distorsiones grotescas de las enseñanzas inspiradas que los cristianos ungidos habían estado enseñando. Se introdujeron en la nueva religión prácticas que por mucho distaban de estar basadas en la fe enseñada por Jesús y los suyos.

Durante esa etapa hasta la propia identidad del Dios de los judíos, el Dios de Jesús y sus seguidores, fue distorsionada, y de aquel Dios de Abrahán al que todos los cristianos adoraban, solo quedó una imagen torcida de un dios con múltiples personalidades, totalmente contrario a la unicidad con la que DIOS debe ser considerado.

Para retomar la idea exacta de quién es Dios bastaría entonces ir a las Escrituras, al AT, donde la identidad de Dios se perfila perfectamente, y también acudir a las enseñanzas de Jesús en los evangelios y otros escritos, así como al resto de escritos del NT que también fueron realmente inspirados, antes de que las enseñanzas del cristianismo fueran contaminadas por el enemigo que sembró la cizaña posteriormente a la muerte de los apóstoles y ungidos directos de Dios.

En este tema les voy a mostrar que la idea de un Dios dividido en tres no es realmente cristiana. En este momento estoy recopilando muchos argumentos que demuestran que Jehová, el Dios de Abrahán, fue Aquel a quien los cristianos del primer siglo, escritores inspirados por espíritu, apóstoles y cristianos directamente asociados a ellos, y hasta el mismísimo Jesús identificaron como su Dios.

Este asunto es sumamente importante. Si las Escrituras realmente demuestran que esto es así, entonces la llamada "cristiandad" trinitaria moderna, está adorando un dios completamente ajeno a las enseñanzas de Jesucristo, y a la verdad inspirada por el espíritu santo en las Escrituras. La fe de ellos es completamente nula al estar fundada en un concepto de Dios totalmente erróneo, y sus actos, conducta, y aparente piedad religiosa son completamente nulos y no llevan a la salvación.