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Tema: ¿Es admisible el hipnotismo para los cristianos?

  1. #1
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    11-marzo-2017
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    Predeterminado ¿Es admisible el hipnotismo para los cristianos?

    ¿Es admisible el hipnotismo para los cristianos?

    El punto de vista bíblico

    ¿Es admisible el hipnotismo para los cristianos?

    “No debería hallarse en ti nadie que [...] ate a otros con maleficio.” (DEUTERONOMIO 18:10, 11.)

    EL HIPNOTISMO ha sido tema de muchos debates y controversias, al grado que ni a los especialistas en la materia se les hace fácil definirlo.* En general se acepta que la hipnosis constituye un estado alterado de la conciencia, o un trance. Sin embargo, lo que a la mayoría de la gente le interesa no es tanto qué es, sino qué logra.

    En los últimos años se ha vuelto común en ciertos países que los profesionales de la salud recomienden la terapia de la hipnosis. Por ejemplo, la revista Psychology Today afirma: “La hipnoterapia puede calmar las jaquecas, aliviar los dolores de parto, ayudar a dejar el tabaco, sustituir la anestesia y mejorar los hábitos de estudio, todo eso sin efectos secundarios”. Por otro lado, para muchas personas el hipnotismo tiene conexión con el espiritismo y las artes ocultas.

    ¿Cuál es el punto de vista bíblico sobre el hipnotismo? Desde luego, la Biblia no es un libro de medicina ni toca directamente este tema, pero los principios que contiene nos ayudarán a determinar cómo ve Dios el asunto.

    ¿Existe conexión entre el hipnotismo y el ocultismo?

    ¿Es puro fruto de la imaginación aseverar que el hipnotismo está vinculado a las ciencias ocultas? Tal vez algunas películas y novelas fantasiosas hayan avivado la idea, pero la conexión entre la hipnosis y el espiritismo es muy real. La Encyclopedia of Occultism and Parapsychology dice del hipnotismo: “Su historia está estrechamente unida al ocultismo”. El trance religioso, que suele considerarse una forma de hipnosis, ha formado parte de la hechicería y de la magia durante siglos. Además, los sacerdotes egipcios y griegos de la antigüedad hacían que las personas entraran en una especie de trance hipnótico cuando intentaban curarlas en el nombre de sus dioses falsos.

    La citada enciclopedia comenta también: “Aun hoy día, muchos fenómenos hipnóticos se catalogan como ‘espiritistas’”. Y aunque resulte difícil determinar hasta qué grado las distintas formas de hipnotismo pudieran estar relacionadas con las artes ocultas, el hecho es que Dios condena con claridad toda forma de espiritismo (Deuteronomio 18:9-12; Revelación [Apocalipsis] 21:8). Por tanto, el cristiano no puede hacer caso omiso de los aspectos claramente antibíblicos de la hipnosis.

    Efecto en la conducta

    ¿Qué puede decirse de su efecto sobre la mente y la conducta? ¿Existen riesgos? Una preocupación válida es que la persona hipnotizada pudiera tener muy poco control de sus actos, factor que aprovechan los hipnotizadores del mundo del espectáculo para lograr que los voluntarios hagan cosas que normalmente no harían, incluso que parezcan estar borrachos.

    Sobre tales sesiones públicas de hipnosis, The Encyclopedia Americana señala: “El sujeto hipnotizado pudiera responder más fácilmente a cualquier instrucción —incluso a instrucciones veladas—, ser más propenso a dejarse llevar por impulsos que usualmente se hallan reprimidos y sentir que se ha eliminado toda restricción social y personal de su conducta”. La Collier’s Encyclopedia afirma: “El individuo hipnotizado experimenta una concentración total de sus facultades que lo hace sumamente atento y obediente a las órdenes del hipnotizador”.

    ¿Le parece inofensivo? ¿Sería prudente que un cristiano dejara que otros influyeran en su mente por medio de la sugestión hipnótica? Eso iría en contra de la exhortación del apóstol Pablo: “Presenten sus cuerpos como sacrificio vivo, santo, acepto a Dios, un servicio sagrado con su facultad de raciocinio. Y cesen de amoldarse a este sistema de cosas; más bien, transfórmense rehaciendo su mente, para que prueben para ustedes mismos lo que es la buena y la acepta y la perfecta voluntad de Dios” (Romanos 12:1, 2).

    ¿Podría un cristiano tener “una buena conciencia” si se dejara llevar a un estado en el que no tuviera control absoluto de sus pensamientos, de sus deseos y ni siquiera de sus actos? (1 Pedro 3:16.) La Biblia exhorta: “Que cada uno de ustedes sepa tomar posesión de su propio vaso en santificación y honra” (1 Tesalonicenses 4:4). Es obvio que la hipnosis dificultaría la aplicación de ese consejo.

    La esperanza de salud perfecta

    En vista de los principios bíblicos mencionados, los testigos de Jehová evitan métodos que recurran a la hipnosis o a la autohipnosis, pues obedecen el mandato recogido en Deuteronomio 18:10, 11: “No debería hallarse en ti nadie que [...] ate a otros con maleficio”. Para quienes sufren problemas de salud existen muchos otros tratamientos que no exponen a la persona a los peligros del ocultismo ni dejan su mente a merced de la voluntad de otros.

    Al mantenerse limpios de prácticas contrarias a los principios de la Biblia, los cristianos pueden abrigar la esperanza de vivir para siempre en el justo nuevo mundo de Dios, en el que la humanidad gozará de perfecta salud física y mental, sin tener que recurrir al hipnotismo (Revelación 21:3, 4).


    http://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/102003488#h=2


  2. #2
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    Predeterminado


    Qué es la Hipnosis Ericksoniana

    Definición y concepto general de la hipnosis

    La palabra “trance” o “hipnosis” suele despertar asociaciones y sentimientos desagradables. Muchas personas se imaginan al hipnotizador del show que pone en el escenario a parte de su público y los transforma en marionetas obedientes. Donde pierden su control y voluntad.

    El trance no es otra cosa que una transformación de la conciencia en el momento en que pasamos de la percepción del mundo exterior hacia dentro de nosotros mismos. Con la intención de reflexionar intensamente sobre algo, de manera que nos encontramos totalmente concentrados en nuestros procesos internos y ya no somos capaces de percibir lo que nos rodea.



    La hipnosis en la vida diaria


    Todos entramos y salimos permanentemente de estados hipnóticos o “alterados”, como también se le llama. Por ejemplo, cuando estamos en un ascensor, las puertas se abren y nos bajamos, para darnos cuenta que nos faltaban 5 pisos para hacerlo. O cuando conducimos, sabemos dónde tenemos que doblar, pero nos pasamos porque veníamos pensando en otra cosa. Cuando reflexionamos sobre la pelea de ayer con el jefe, o nos regocijamos pensando en nuestras últimas vacaciones. En mayor o menor medida, todos estos estados son Trance. También generamos hipnosis sin saberlo


    Pero las personas no solo entran una y otra vez en trance, sino que además ponen en trance a otros. Cuando por ejemplo le contamos a alguien nuestras últimas vacaciones con tal intensidad que éste es capaz de imaginarse la arena y el mar, el sonido relajante de las olas y el sabor del aire. Esa persona también entró en trance.

    Muchas veces las personas despiertan del trance y dicen “No estuve en trance, podía escuchar todo lo que decían”. Es que de eso se trata, de lo contrario la persona estaría dormida. Es tan común que hayamos estado en trance, que cuando lo hacemos en forma intencional estamos esperando algo sorprendente, y luego despertamos y decimos “¿Eso era?”. Punto de partida de la hipnosis


    Partimos entonces de la base de que todos conocemos el trance o la hipnosis. Lo que ocurre es que no nos dimos cuenta de eso porque no teníamos ningún nombre que nos sirviera para diferenciar un estado de consciencia orientado hacia dentro, de un estado en que la percepción se orienta hacia afuera.

    El trance o hipnosis es entonces un método que se usa de forma sistemática para trasladar a alguien a otro estado de consciencia en el que podrá experimentar transformaciones personales de un modo mucho más sencillo y eficaz que en el estado de vigilia.

    Clínicamente, la hipnosis se explica por un descenso en la actividad neuronal. Si conectamos un EEG (Electroencefalograma) a nuestra cabeza, el mismo indicará una frecuencia mayor a 14 ciclos cuando estamos en estado de vigilia, entre 8 y 13 cuando entramos en un trance ligero. Entre 4 y 7 al pasar al trance profundo y si marca menos de 3 ciclos quiere decir que estamos dormidos. El cero indica la muerte. Aplicaciones de la hipnosis ericksoniana


    Es muy difícil definir las aplicaciones de la hipnosis, porque en rigor de verdad, cada uno va a determinar donde la utilizará. Para mostrarlo con claridad, esto es como si ustedes estudiaran Inglés y preguntarán a su profesora para qué les sirve saber inglés.

    Entonces, la respuesta probable sería: “Para lo que vos quieras usarlo”. En la hipnosis pasa lo mismo. Cuando a mi me realizan esa pregunta, mi respuesta es: “Sirve para amplificar las cosas que hacemos diariamente”.

    De cualquier manera, puedo citar algunos ejemplos:

    Si trabajamos en negociación podemos generar un estado de relajación en una persona que se encuentre alterada. Si queremos generar un estado de aprendizaje podemos utilizar términos hipnóticos para hablar con aquellas personas que su mente consciente no les permite comprender, de esta manera nos comunicamos con su inconsciente. Aclaraciones sobre la Hipnosis


    Aunque podrían generarse resultados que no fueran los esperados o deseados, a mi entender no existen riesgos al aplicar la hipnosis. Yo estoy convencido que el inconsciente es más “inteligente” que nuestro consciente.

    El inconsciente tiene bien claro que es lo que necesitamos corregir y qué no. Mientras que en estado de vigía cuántas horas hemos pasado tratando de entender qué es lo que realmente queremos. Es más fácil engañar a alguien en estado de vigilia que en estado de trance.

    El inconsciente se maneja con nuestros valores. Cuando estamos dando sugestiones a una persona, y alguna de esas sugestiones va en contra de sus valores, la persona simplemente se sale del trance. Es un fenómeno inexplicable cuando uno lo experimenta. Simplemente despierta y dice “No me gustaba lo que estaba viendo y decidí salirme del trance”.

    ¿Qué explicación le podemos encontrar a esto? Sucede lo mismo cuando la experiencia es muy fuerte. Cuando llevamos a una persona a la experiencia de su pasado, es posible que haya mucha “basura” que quedó ahí durante mucho tiempo. Las emociones pueden ser tan fuertes que la persona decida salirse del trance también.

    Como pueden ver, manipular es algo bastante limitado en el trance. Entendemos por “manipular” al hecho de generar reacciones esperadas en otra persona con un fin propio, nuestro, y no para el bien de esa persona.



    http://www.pnliafi.com.ar/que-es-la-hipnosis/


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