Hola Eli, mucho gusto en iniciar este diálogo contigo.
Me gustaría saber por qué te parece grave no "tener muy claras las diferencias".
Comparto contigo el ideal de que las personas comprendan que Dios es Uno, y que Cristo es el Hijo de Dios, el Verbo encarnado. Lo comparto plenamente.
Lo que sigo sin entender es por qué te parece grave pensar lo contrario.
Cuando pienso en algo grave pienso, por ejemplo, en actos que separan a las los salvos de los no salvos.
En Mateo 25 tenemos una evidencia contundente, dada por Jesús, sobre lo que separa a un grupo de otro. Dejar al hambriento o al enfermo o al necesitado sin atención. Esto es grave. Esto define la recompensa que recibiremos. "Porque Dios pagará a cada uno según sus obras".
Jesús no se dirige a un grupo para preguntarle: "¿Me adoran a mi o quien me Envió?" Más bien, por el trato que dieron a su prójimo, recibe la evidencia de si adoraron a su Padre o no.
¿Qué piensas de esto?
La Biblia dice también que Jehová es un Dios amoroso, y en particular, que se complace en su Hijo. (Mateo 3:17)
Por eso digo que si Jehová en los cielos escucha a mi vecino trinitario decir "Adoro a Jesús como mi Dios", lo más probable es que mueva la cabeza sonriendo, pensando "Algún día lo comprenderás". Pero... ¿ponerse furioso?
¿Crees tú en serio que se ponga furioso por eso?
Yo mismo, que soy el más humilde de los mortales, no me pondría furioso si alguien me confundiera con mi hijo.
Imagínate Dios, quien lo ama y lo exalta.
Finalmente, Dios le "exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre" (Filipenses 2:10)
Quien se arrodilla ante Jesús da gloria a Dios Padre. Hace que El Padre se sienta glorificado, complacido... ¿por qué habría de ponerlo furioso?
Para resumir, creo como tú que Jesús, aunque comparte la substancia divina del Padre, no es Dios.
De la misma manera, creo que las olas del mar no son el mar, aunque comparten la substancia marina. Jesús es como las olas. Dios es el mar. Si arrojo una botella al mar, y se aleja flotando, la frase "las olas se llevaron la botella" o "el mar se llevó la botella", aunque difieren en precisión, no cambian el significado final de lo que quiero decir.
Aunque estamos tú y yo en lo cierto, y los trinitarios no, la importancia de estar en "lo correcto" es de interés para filósofos y téologos. No para Dios. Lo que le importa a Él es que vivamos el Mensaje de Cristo. ¿No te parece?
Me gustaría saber lo que piensas.
.