La biblia dice que para ser salvos
hay que aceptar la sangre derramada de Jesus
(1 Pedro 2:24)
Él mismo cargó con nuestros pecados
en su propio cuerpo sobre el madero,
para que muriéramos con respecto a los pecados
y viviéramos para la justicia.
Y “debido a sus heridas ustedes fueron sanados”.
(Hebreos 9:12) Él entró una vez y para siempre en el lugar santo, pero no con la sangre de cabras y de toros jóvenes, sino con su propia sangre, y consiguió una liberación eterna para nosotros.
(Mateo 20:28) Eso fue lo que hizo el Hijo del Hombre. Él no vino para que le sirvieran, sino para servir a los demás y para dar su vida como rescate a cambio de muchas personas”.
(1 Timoteo 2:5, 6) Porque hay un solo Dios, y hay un solo mediador entre Dios y los hombres: un hombre, Cristo Jesús, 6 que se entregó como rescate correspondiente por todos. De esto se dará testimonio al tiempo debido.
Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto:
en que cuando todavía éramos pecadores,
Cristo murió por nosotros.
Romanos 5:7-8