El espíritu que vuelve a Dios es la fuerza activa de vida, que se sostiene por medio de respirar

Ecl. 12:7 “Entonces el polvo vuelve a la tierra justamente como sucedía que era y el espíritu mismo vuelve al Dios verdadera que lo dio.”

Rev. 11:11 “Después de los tres días y medio espíritu de vida procedente de Dios entró en ellos, y se pusieron de pie.”

Job 27:3, 4 “Mientras mi aliento todavía esté entero dentro de mí, y el espíritu de Dios esté en mis narices, mis labios no hablarán injusticia.”

Sal. 104:29 “Si ocultas tu rostro, se perturban. Si les quitas su espíritu, expiran, y a su polvo vuelven.”