Valoras poco tu relación de pareja y te valoras poco a ti misma.

Primero te tiras a un hombre, independientemente de si es el padre o no del segundo, a éste, también te lo tiraste.
Jolines primero al padre, luego al hijo, nadamás te falta al espiritu santo o que te pegue tu época lésbica y encamarte con la esposa/madre sólo porque te haga ojitos.