Hace un tiempo, se me permitió escribir esto... (lo comparto)

¡Libertad!
Un derecho Constitucional que todos y todas deberíamos tener, pero del que pocos gozamos.
Pensar que alguna vez se nos pueda llegar a privar de tan preciado derecho, sería ilógico, desde un punto de vista común y propio.
En Colombia, la privación de la libertad ha sido uno de los hoobies disfrutados por los grupos armados al margen de la ley, es lo que llamamos “Secuestro”, el vil y menospreciado secuestro.
Las razones, sus razones son variadas y “justificadas” desde su lado (el lado obscuro de la vida), van desde cuestiones políticas hasta el no pago de extorsiones a dichas organizaciones subversivas.
Recientemente se han facilitado eventos en los cuales han regresado a la libertad personajes de diferentes clases sociales y de múltiples ocupaciones dentro de la dinámica del país, los hay ganaderos, comerciantes, militares y políticos; y todos los casos coinciden en algo y es la alegría que les produce el regreso al seno de su hogar, de su familia, de la sociedad que los rodea…
Me gusta ver los rostros de aquell@s que llegan de nuevo y que “vuelven a la vida”, cuando dan sus declaraciones a la prensa, porque parece que no lo creyeran, porque esperaron tanto que parecía imposible que volvieran.
Felicidades a las familias de los liberados, que tienen a sus ex-cautivos a su lado; mis condolencias a quiénes perdieron a alguien en un secuestro; mis más sinceros deseos de que vuelvan aquellos seres queridos que aún están allá, muy lejos, sufriendo en cautiverio.


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