El que el Padre y el Hijo sean uno no es más misterioso que la unidad de los verdaderos cristianos
Juan 10:30; 17:20-22 “Yo y el Padre somos uno.” “No ruego solamente por éstos, sino por aquellos también que han de creer en mí por medio de la palabra de ellos; para que todos ellos sean uno; así como tú, oh Padre, eres en mí, y yo en ti, para que ellos también sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. Y la gloria que me has dado a mí, yo se la he dado a ellos: para que ellos sean uno, así como nosotros somos uno.”
1 Cor. 1:10 “Os ruego pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya divisiones entre vosotros; sino que estéis perfectamente unidos en un mismo pensar y en un mismo sentir.”
Juan 8:28, 29 “Jesús, entonces, les dijo: Cuando hayáis levantado en alto al Hijo del hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que no hago nada de mí mismo, mas digo estas cosas, según me enseñó el Padre. Y el que me envió, está conmigo; el Padre no me ha dejado solo; porque hago siempre las cosas que le agradan.”
Biblia Versión Moderna. Sociedades Bíblicas en América Latina.