Los tres sabios de oriente que vinieron a adorar al Niño, venían de unas tierras lejanas llamadas: tierras de Maguncia, y a estos habitantes de Maguncia se les llamaba "magos" porque eran de Maguncia y no porque practicaran la magia ni el Zoroastrismo.
En ninguna parte del Evangelio se dice que estos sabios de Oriente que vinieron a adorar a Jesús practicaran la magia o que fueran magos de aquellos que hacían magia..., pues la práctica de la magia era algo muy malo para los profetas y después para los primeros cristianos. Veamos lo que nos dicen la escrituras:
"No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Yavé cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Yavé tu Dios echa estas naciones de delante de ti". ( Deuteronomio 18:10)
"No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con ellos. Yo Yavé vuestro Dios". (Levítico 19:31)
"Y la persona que atendiere a encantadores o adivinos, para prostituirse tras de ellos, yo pondré mi rostro contra la tal persona, y la cortaré de entre su pueblo". (Levítico 20:6)
"Sucedió que por la mañana estaba agitado su espíritu, y envió e hizo llamar a todos los magos de Egipto, y a todos sus sabios; y les contó Faraón sus sueños, mas no había quien los pudiese interpretar a Faraón......... Y dijo Faraón a José: Yo he tenido un sueño, y no hay quien lo interprete; mas he oído decir de ti, que oyes sueños para interpretarlos.Respondió José a Faraón, diciendo: No está en mí; Dios será el que dé respuesta propicia a Faraón.(Génesis 41:8-16)
"Respondió el rey y dijo a Daniel, al cual llamaban Beltsasar: ¿Podrás tú hacerme conocer el sueño que vi, y su interpretación? Daniel respondió delante del rey, diciendo: El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos ni adivinos lo pueden revelar al rey. Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días". (Daniel 2:26-28.)
Y LOS APÓSTOLES TAMBIÉN QUEMARON LOS LIBROS DE MAGIA:
"Y muchos de los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos. Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata. Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor". (Hechos 19:18-20)