Receta para calentar el horno para bollos
Desnudarse.
Soltar la cabellera y maquillarse como para salir: labios rojos y sombras negras.
Vestir únicamente un delantal ligerito y sexy, sin nada debajo.
Usar medias de likra negras con liguero y tacones altos.
Instalarse en el sofá más cómodo y suave.
Una vez que te hayas acomodado en el sillón, restriega las nalgas en él para iniciarte en la excitación. Acariciar la zona del
derrière, las piernas, la entrepierna, las rodillas, el vientre...
Las manos en las tetas, y con las yemas de los dedos, hacer círculos en las areolas y pezones. Dedicar al menos 5 minutos a esa labor hasta ponerlos duros como rocas. Ir bajando las manos a fuego lento.
Sentir, acariciar, humecer, anhelar, querer chupar, mordisquear, besar...
Llegar hasta la parte más mojada que es el sexo, o como tú lo llames, chocho, conejito o concha; y meter los dedos, frotarlo lentamente y luego rápido, sintiendo cada arremetida; gozarlos, uno a uno, dos, tres, los cinco dedos en acción. Frotar, frotar, frotar. Jadear, gritar, arquear. Tomar el delantal y hacerlo rollito. Recostarse, alzar las piernas, meter el rollito en el fuego y hornearlo con todo el calor posible; a darle con entusiasmo y lujuria. Acelerar el ritmo al sentirle muy dentro, devorándolo con las llamas de tu pasión; entrecerrar los ojos para gozar y suspirar con vehemencia ... y venirse en el delantal. OMG!!
Y cuando el hombre de la casa llega con el pan, pedirle con urgencia que meta el bollo al hornito humeante.
Por Estrella.
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Papel mojado
Con ríos
con sangre
con lluvia
o rocío
con semen
con vino
con nieve
con llanto
los poemas
suelen
ser
papel mojado.
Mario Benedetti.